Si algo destacó en el desfile de comparsas de Vigo fue la variedad. Pocas repitieron temática, aunque los juegos de cartas y el mundo marino encabezaron algunas de las propuestas. El Carnaval local suele nutrirse de disfraces de personajes fantásticos o animales y algunas asociaciones suelen aprovechar la ocasión para repasar, siempre en clave de humor, algún tema de actualidad. Un año más los vecinos de Beirán fueron los más atrevidos. En esta ocasión su comparsa estaba dedicada a las Islas Cíes, que siguen en la carrera para ser Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, su carroza poco tenía que ver con el anhelado nombramiento por parte de la Unesco. Los vigueses criticaron la sobreventa de billetes al archipiélago durante el último verano con "Aforo completo". Muchos de sus integrantes iban caracterizados de gaviotas y portaban carteles reivindicativos.

Los primeros en salir fueron los residentes de Navia. Los jóvenes de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (APAMP) no se quisieron perder una cita que ya forma parte de su calendario anual. Caracterizados como los personajes de la película infantil 'Coco', los muertos vivientes más divertidos encabezaron la comitiva. Tras ellos llegó la fiesta de "Chegaron os que faltaban", unas drag-queen de lo más animado.

García Barbón y Policarpo Sanz se convirtieron por un día en dos tapetes de cartas. La Asociación Carnavales de Mañufe desplegó toda la baraja española apoyándose en dos grandes carrozas. No faltaba ni un solo naipe. AC Comparsa Revolución Show apostó por una partida de póker y el colofón fue la AC Comparsa Luces de Tomiño, que cerró el desfile con "O gran casino Luces", un salón en el que estaban los juegos de azar más conocidos.

El mundo marino también tuvo su dosis de protagonismo. Además de las Cíes y del "Nautilus" de Julio Verne, la CCD La Merced de Chaín bañó de agua las calles con su "Mar de Neptunia". Todas las comparsas apostaron por bailes vistosos al son de música actual, aunque tampoco faltaron algunos clásicos.

Los espectadores agolpados en las aceras tenían sus favoritos. "A mí me gusta en la que iban haciendo deporte -en referencia a la del Indepediente FC-", apuntó Nuria Domínguez, una niña de 6 años. Lucía, una de sus amigas, prefería la "Western Beade City" de AVCU-CSCR de Beade. Incluso los adultos se mojaban a la hora de valorar las comparsas. En lo que todos estaban de acuerdo era en el mérito de los participantes, convertidos en improvisados bailarines durante unas horas. En total desfilaron más de 1.500 personas.

Todavía exhaustos, los responsables de cada comparsa comenzaron a darle vueltas a la cabeza de cara al Carnaval del próximo año. Porque aunque la competición dura apenas unas horas, los preparativos no han hecho más que comenzar.