El Día de Reyes es para estrenar los juguetes y regalos en general que Sus Majestades de Oriente dejaron durante la noche. Las débiles lluvias que cayeron a primera hora de la mañana de ayer dejaron paso a una jornada fría pero sin precipitaciones que permitieron que miles de niños vigueses saliesen a la calle para disfrutar de los obsequios regalados por los Reyes Magos. Más que ningún otro día brillaron ayer las bicicletas, patinetes y patines por las calles de la ciudad y también los vehículos a radio control, los carros de muñecas y juguetes en general que los más pequeños portaban con ilusión.

Como siempre que el sol lo permite, el paseo de Samil se convirtió ayer en uno de los centros neurálgicos escogidos para practicar las primeras acrobacias y mostrar las habilidades ya aprendidas en las primeras horas de la jornada, dedicadas en buena medida a rasgar papeles de regalo y al montaje y lectura de las instrucciones de muchos de los presentes recibidos.