Los dos acuerdos que blindan la continuidad del Celta en el municipal de Balaídos y despejan la construcción de una nueva ciudad deportiva en Mos son "la mejor noticia que se podía dar al celtismo". Así lo resume el presidente de la Federación de Peñas, José Méndez, al que se suman múltiples voces para celebrar la "paz social y política" que supone el pacto entre el Concello y el Real Club Celta y el acuerdo de la sociedad deportiva con la Xunta. Las peñas destacan como pieza "central" y "estratégica" que el equipo siga jugando en el estadio vigués durante el próximo medio siglo, pero hay unanimidad en que la ampliación de las instalaciones de entrenamiento y la construcción de una residencia "revalorizarán" el papel de la cantera y "motivará" a los futbolistas más jóvenes a esforzarse y destacar.

"Los abonados esperábamos un acuerdo, un mensaje tranquilizador que ponga fin a las desconfianzas mutuas y asegure la continuidad del Celta en Vigo y en un estadio en buenas condiciones", subraya José Méndez, presidente de la Federación de Peñas. Los socios son conscientes de que la reforma del estadio tiene que ocasionar molestias, pero aprovechan para pedir que las obras "no se prolonguen eternamente". Confían en que en el acto del día 15 para explicar los términos del acuerdo se facilite un calendario realista para finalizar Río, los dos fondos y el aparcamiento que ejecutarán el Concello y la Diputación por 30 millones.

Plazos también demanda Cé Rodríguez, de Lío en Río, quien entiende que la reforma de Balaídos debió licitarse en un solo contrato para evitar retrasos, pero se muestra muy satisfecho con el acuerdo porque entiende que mantener la institución en Vigo "garantiza el 100% de la masa social del club": "El proyecto es ilusionante. El club logra sus demandas y la reforma de los dos fondos es un verdadero acierto". También destaca la importancia de que se desbloquee la ciudad deportiva. "La situación actual era insostenible y lo importante es que satisfaga las necesidades del club y permita crecer a la cantera, no su ubicación", subraya.

De la misma opinión es Filipe Abalde, que recuerda que hay muchos otros equipos que entrenan en concellos limítrofes por falta de espacio en sus ciudades. "El miedo de la afición era la salida de la institución. Este pacto es acertado para todos", incide el miembro de Colectivo Nós, que reclama a partir de ahora más información al club y a las administraciones implicadas sobre la reforma del campo. "Debe trasladarse un calendario responsable y vigilar el cumplimiento de los plazos porque los retrasos de la reforma ocasionan molestias a los aficionados", señala.

El acuerdo para que el Celta se quede definitivamente en Balaídos y se le otorguen alrededor de 30.000 m(2) de superficie comercial y un aparcamiento es "la solución lógica" también para Pablo Alonso, de Irmandiños. Coincide en que el lugar de entrenamiento "no afecta al proyecto deportivo" y subraya sobre todo que la mejora de instalaciones "permitirá crecer al club y potenciar su cantera". Respecto a la reforma del nuevo Balaídos, demanda que se "permita intervenir al Celta para garantizar que queda en buenas condiciones".

David Penela, ahora en Mi Bendita Condena, celebra que se haya impuesto "el sentido común". "Esta solución es buena para la ciudad, para el club y para los aficionados una vez que se vio que la ciudad deportiva tenía aquí difícil encaje sin un Plan Xeral. Pasa en muchos clubes y no es importante", valora antes de volver a aplaudir la "acertadísima" decisión del Celta.