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Luis Quinteiro Fiuza: "Me emocionó la solidaridad del pueblo vigués en medio de las llamas"

"Los jóvenes nos piden cercanía y nosotros debemos sentarnos con ellos y escucharles"

Luis Quinteiro Fiuza en la sede del Obispado Tui-Vigo. // Cristina Graña

Vigo y sus alrededores fueron asediados y castigados por las llamas hace casi un mes. La tragedia se llevó por delante la vida de cuatro personas y calcinó alrededor de 35.000 hectáreas. Sin embargo, de no ser por la solidaridad de miles de vecinos de la comarca, las consecuencias habrían sido mucho peores. El obispo Luis Quinteiro Fiuza atiende a FARO para distinguir a todos esos héroes anónimos mientras valora los denominados bautizos civiles, la situación de su diócesis, la ausencia de relevo generacional de sacerdotes, la conexión de la Iglesia con los jóvenes o la figura del Papa Francisco.

-Hoy es el día de la Iglesia Diocesana. ¿Qué le piden a sus fieles?

-Queremos hacer ver que somos una familia con unos vínculos muy profundos y que debemos ayudarnos los unos a los otros para solventar nuestros problemas. Seguimos presentes en la vida de muchas personas, aunque sí hemos notado un importante descenso de jóvenes en nuestros templos. Esa es una cuestión de profundo calado y debemos intentar, siguiendo las directrices del Papa, conectar con ellos.

-¿Qué puede hacer la Iglesia para atraer a los jóvenes?

-No existe una receta que marque las pautas acertadas, pero sí existen maneras de vivir la fe que pueden ser atrayentes. Hace poco pasó por aquí una peregrinación de jóvenes de toda España y nos iluminó mucho. Hoy en día nos piden cercanía y nosotros tenemos que sentarnos con ellos y escucharles, tanto a los que participan en las actividades de la diócesis como a los que están más alejados. La Iglesia tiene que asumirlo como un reto primordial.

-Otra de las trabas con las que se está encontrando la diócesis está en el relevo generacional de sacerdotes. ¿Existe una solución?

-Es el problema más importante que tenemos y es muy preocupante. Lo primero que debemos conseguir es que un joven cristiano no rechace la posibilidad de ser cura y las familias no se muestren hostiles ante ello. Tenemos que lograr entusiasmar a las nuevas generaciones porque la figura del sacerdote es indispensable en cualquier parroquia.

-El pasado mes de agosto la celebración del Cristo de la Victoria volvió a congregar a decenas de miles de personas en las calles. ¿Qué sensaciones le provoca?

-Soy una persona muy emotiva y ver a tanta gente me emociona profundamente. Los valores de la fe son fantásticos y la vida tiene un componente sentimental que va más allá de la pura y fría racionalidad. El Cristo de la Victoria es uno de los grandes regalos que tiene esta ciudad.

-Sin embargo, cuando llega Semana Santa las procesiones salen a la calle sin apenas compañía.

-Ese tema está siempre en nuestros pensamientos y considero que los vigueses debemos perderle el miedo escénico a la presencia de figuras religiosas en la ciudad. Vigo es una urbe con una capacidad enorme de expresarse en la calle y los cristianos debemos hacerlo con naturalidad. En los últimos años hemos notado un aumento de ritmo en esas fechas y queremos que siga creciendo.

-¿Cómo valora la labor que ha llevado a cabo el Papa Francisco en los últimos años?

-Hemos tenidos unos Papas extraordinarios y los últimos son de una magnitud increíble. El de ahora es absolutamente fundamental y para nosotros es muy importante por su vinculación con el mundo hispano. Además, tiene una forma de actuar con la gente que nosotros comprendemos perfectamente. Nos ha aportado mucha frescura y libertad y tiene a todo el mundo fascinado. No encuentro a una sola persona, creyente o no creyente, que no lo admire. Está transformando la Iglesia desde dentro y se ha acercado como ningún otro a los jóvenes, a los que escucha y atiende.

-Habla de la frescura que ha traído el Papa Francisco. ¿Ha habido avances dentro de su diócesis para adaptarse a las necesidades del siglo XXI?

-Por supuesto. No somos ajenos a los avances tecnológicos que ha habido en los últimos años y estamos trabajando en ello. A nivel particular todos los miembros de la diócesis tienen WhatsApp o están en las redes sociales. Quizás lo que debamos hacer ahora es trasladar esas acciones personales a un plano más global, aprovecharnos de la inmediatez que ofrecen esas plataformas y conectar con los usuarios más jóvenes, que son el futuro de la congregación.

-En Vigo están a punto de comenzar los denominados bautizos civiles. ¿Qué le parecen?

-No suelo comentar lo que hacen otras personas pero sí quiero dejar claro que el bautismo es el sacramento de la Iglesia y su significado real es evidente para todos.

-¿Cómo vivió la oleada de incendios del mes pasado?

-Yo estaba en Roma y me enteré de lo que estaba sucediendo cuando me iba a acostar. Me quedé consternado y no me fui a la cama hasta bien entrada la madrugada porque estuve en contacto con personas que combatían los fuegos en la calle y en el monte. Lo que me emocionó profundamente fue la solidaridad del pueblo vigués en medio de las llamas. Es muy triste que los incendios sigan siendo una lacra para Galicia y hay que intentar solucionarlo cuanto antes.

"La solución al problema catalán, que ojalá sea positiva para todos, va a llevar mucho tiempo"

  • -¿Cree que existe solución para el conflicto catalán? -El problema de Cataluña no ha nacido ahora, sino que lleva vigente muchísimos años. No ha ocurrido de repente. La solución, que ojalá que sea positiva para todos, va a llevar mucho tiempo también. --Mientras tanto en Vigo estamos sufriendo una sequía histórica. ¿Le preocupa? -El tema de la ecología es decisivo para nosotros. Independientemente de las causas que han provocado el cambio climático en el que vivimos, es dramático que haya que racionalizar el agua. Debe hacernos caer en la cuenta de que cuidar la naturaleza es una prioridad absoluta para la humanidad. Una de las cosas que hay que tener claras en la vida es que todos tenemos que pensar en las generaciones futuras. Los gallegos vivimos en una tierra maravillosa y hay que conservarla en el mejor estado posible.

"Hay que poner en marcha medidas que eviten acciones como las de Rosendo o Donaire"

  • -Dos miembros de la diócesis (Miguel Rosendo y José Donaire) han sido investigados por la justicia por supuestos abusos. ¿Cómo se afronta una noticia de ese calado? -Yo soy el primero que deploro sus actos y hemos tomado las medidas oportunas de inmediato. Estos casos, que son aislados, me provocan una tristeza enorme. Hay que poner en marcha todas las medidas que eviten que se repitan estas acciones terribles. -¿Qué balance hace de sus casi ocho años como obispo en el sur de la provincia? -Creo que ya conozco muy bien la diócesis. Una vez que la comprendes llegas a quererla y te sientes muy identificado con ella. Yo estoy como en mi casa y los problemas que surgen en nuestra congregación tienen que ver con mi propia vida. Sin embargo, no me angustio con ellos. Pienso que las oportunidades que tiene la Iglesia para ayudar a los más necesitados son fantásticas y a estas alturas de mi vida no cambiaría este lugar por nada del mundo. Doy gracias a Dios por estar al frente de una diócesis. Quiero vivir esta experiencia con alegría.

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