Una gran lona con el lema "Xuntos construimos o celtismo" cubre desde hace unos días la fachada de la nueva sede del club en la calle Príncipe, teñida de un intenso azul y con el escudo presidiendo el cruce con Velázquez Moreno. Aunque los avances no son evidentes desde el exterior, la nueva adjudicataria de las obras parece haber retomado el ritmo de los trabajos y la directiva prevé inaugurar su nuevo cuartel general el próximo 1 de marzo. El presidente, Carlos Mouriño, avanzaba ayer que se trabaja en una celebración "especial" mientras se ultiman los detalles del proyecto diseñado por Alfonso Penela y se afinan los acuerdos con sus futuros ocupantes.

Fuentes del club dan por cerrado el pacto con Alberto González Prelcic, chef de "Silabario" para que ocupe el espacio central de restauración que estará ubicado en la planta alta, bajo la gran cúpula de cristal que está casi finalizada. El cocinero logró en 2011 una Estrella Michelín que mantuvo hasta que en abril de 2016 cerró el restaurante de Tui con la vista puesta en A Coruña. El proyecto en la zona de O Parrote no salió adelante y el vigués se centró en buscar un lugar adecuado para retomar su proyecto gastronómico en la urbe olívica. Las negociaciones con el Celta se prolongan desde hace meses y ahora mismo está pendiente de firmarse el contrato que llevaría a "Silabario" a instalarse en un espacio emblemático en pleno centro de Vigo. De confirmarse, sería la segunda Estrella Michelín de la ciudad junto a Maruja Limón.

Este espacio gastronómico más selecto en la cúpula se completará con una cafetería a pie de calle que será ocupada por los dueños de "La Pepita", aunque con un concepto algo distinto al de sus conocidas hamburgueserías para adaptarse a las necesidades de una sede que acogerá las oficinas del Celta, la tienda oficial de Adidas, un gimnasio, una residencia con 40 plazas, una policlínica y un salón de usos múltiples y abrirá de la mañana a la noche.

La reforma se adjudicó a Civis Global y arrancó en el año 2015 con un primer anuncio que pasaba por inaugurar la sede celeste a finales de 2016, plazo que se retrasó para principios de 2017 y tampoco fue posible cumplir. Tal y como avanzó FARO en julio, la constructora y el club no llegaron a un acuerdo y rompieron el contrato por un desacuerdo económico y cambios en el contenido original del proyecto. Esto motivó que la reforma del histórico edificio estuviera varias semanas parada hasta que la semana del 8 de septiembre el Grupo San José retomaba los trabajos cuando la cúpula de 154 piezas de vidrio se veía casi completa, pero el interior del inmueble estaba todavía en su esqueleto. La firma ha tapado la fachada con una gran lona que impide la vista hacia dentro. El presupuesto se mantiene en 3,6 millones de euros y Mouriño se mostró ayer convencido de que la llegada del Celta al centro de la ciudad se producirá finalmente el próximo marzo.

Con el futuro de la nueva sede despejado, el presidente centra ahora su discurso en la Ciudad Deportiva y quiere que el Concello de Vigo garantice o descarte de forma tajante su viabilidad en el municipio para buscar otras opciones fuera.