En la tarde del pasado 4 de agosto de 2016, Manuel Sánchez Sánchez de 67 años y vecino de la parroquia de San Miguel de Oia había salido de su vivienda para arrojar la basura al contenedor más cercano. Se encontraba atravesando la avenida Cesáreo Vázquez, un vial sin arcén a ambos lados, cuando fue atropellado por un motorista. Sánchez ingresó en el Hospital Álvaro Cunqueiro pero falleció tan solo dos días después a consecuencia de la gravedad de los golpes. El varón que circulaba en el ciclomotor fue sometido a un test de alcoholemia que dio negativo, no así el de drogas, donde sí dio positivo en consumo de cocaína. Diez meses después, este suceso está próximo a juicio. La magistrada del Juzgado de Instrucción 2 de Vigo dictó la apertura de juicio oral contra F.J.M.E., de 41 años, por los delitos de conducción bajo la influencia de sustancias estupefacientes, homicidio por imprudencia grave y lesiones también por imprudencia grave.
El Ministerio Fiscal solicitó para el varón, al que acusa de estos tres ilícitos, un pena de 4 años de prisión además de la privación de conducir vehículos a motor durante 6 años. Por su parte, la acusación particular ejercida por la familia del fallecido sostiene que el motorista incurrió en un delito de asesinato por lo que solicita una condena de 20 años de cárcel y también la prohibición de conducir durante seis años. A raíz de los antecedentes que el acusado cuenta en su haber, que no son computables a efectos de reincidencia, la familia del ex policía nacional había requerido su ingreso en prisión provisional hasta la celebración del juicio, sin embargo el varón quedó en libertad tras su paso en agosto del 2016 a disposición judicial.
La Fiscalía recoge en su escrito de acusación que, en la tarde de los hechos, F.J.M.E. presentaba "claros síntomas externos" del consumo de cocaína: "rostro sudoroso, mirada desafiante y cristalina, pupilas dilatadas, comportamiento ansioso, nervioso y eufórico, complicaciones en vía nasal, sequedad de boca y locuacidad". Entiende el representante del Ministerio Público que "precisamente por hallarse el acusado bajo los efectos de la cocaína", no rectificó su trayectoria ni disminuyó la velocidad cuando Manuel Sánchez Sánchez se hallaba cruzando la calzada. Sostiene también en su escrito de acusación que el procesado circulaba a una "velocidad excesiva" en una vía pública limitada a 30 km por hora.
Además de las graves lesiones que sufrió el policía nacional retirado, la acompañante del motorista, también sufrió daños al caer del vehículo en el momento del atropello y golpearse la cabeza.
Con todo lo relativo a la instrucción e investigación del caso ya concluido y formuladas también las acusaciones tanto por el Ministerio Fiscal como la particular ejercida por la familia, será ahora competencia de un Juzgado de lo Penal el encargado de juzgar al acusado, si bien cabe remarcar que contra el auto que transforma las diligencias previas en procedimiento abreviado se ha presentado un recurso de apelación en la Audiencia Provincial de Pontevedra.
