Las 22 camas que la Dirección del Chuvi decidió reabrir ayer en el complejo no fueron suficientes para absorber la gran demanda asistencial que accedió a través de las urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro. De hecho, a primera hora de esta mañana, eran 44 los pacientes a los que se había decidido ingresar pero que estaban pendientes de que quedara una cama libre para ello. Ante esta situación, esta mañana se ha reabierto la última de las plantas que permanecían cerradas en el Meixoeiro, la tercera, con 30 camas, y se ha contratado a un médico para llevarla. El colapso se mantuvo a lo largo de toda la jornada y a las 17.00 horas de esta tarde aún había una treintena de pacientes pendientes de ingreso y esperando en los pasillos, ocho de ellos sin siquiera cama.

Por el momento, mantienen clausurada la otra ala de esta planta del Meixoeiro, que está inicialmente reservada para pacientes quirúrgicos. Sin embargo, desde la apertura del Cunqueiro y ante el fomento de la cirugía sin ingreso en el hospital de Mos, el tercer piso de hospitalización permanecía cerrada. Ahora se está usando para los enfermos médicos que están entrando por urgencias y para los que ya no quedan camas en sus servicios.

El servicio de urgencias arrastra así la situación de colapso sufrida ayer, tras un fin de semana con más pacientes de lo habitual.Alcanzó los 336 casos el sábado y los 353, el domingo, cuando suelen rondar los 300 de promedio, según datos del Sergas. Además, el porcentaje de los que requirieron ingreso fue más alto de lo habitual: casi uno de cada cuatro -un 23%- frente al 15% de media a lo largo de 2016. La jornada de ayer se mantuvo también en niveles de frecuentación muy elevados, con unos 350 pacientes al mismo tiempo por la tarde.

A esto hay que añadir que la asignación de camas en planta a pacientes que necesitaron ingreso así como su posterior traslado a ellas, fue menos ágil que en semanas precedentes, según explican fuentes del servicio. La concentración de estos enfermos en urgencias se traduce en mayor carga de trabajo para el personal, así como la ocupación de espacios, por lo que la atención a los nuevos casos que entran se demora. Para ejemplificar el gran volumen que representan, los profesionales exponen que la sala de observación con la que cuenta el servicio dispone de 30 puestos, menos casos pendientes de hospitalización con los que amaneció hoy -aunque ubicados principalmente en boxes-.

El Álvaro Cunqueiro lleva un mes soportando una importante presión asistencial a través de sus urgencias. La Dirección le ha dado respuesta ampliando de forma progresiva el número de camas habilitadas en el Chuvi. Ayer desdoblaron siete habitaciones más en el Álvaro Cunqueiro y ya van 52. Además, en el Meixoeiro, habilitaron otras 15 -media ala de la cuarta planta-, completando así la apertura de todas las habitaciones para enfermos médicos. Desde la Dirección explican que, si fuera necesario seguir ampliando la hospitalización del complejo, aún hay una planta cerrada en este hospital -la tercera, dedicada a ingresos quirúrgicos- y se pueden desdoblar más cuartos tanto en este centro como en el de Beade. Lo que no ha sido necesario, aseguran desde el Sergas, es suspender cirugías programadas o reducir la actividad quirúrgica.