"Que nadie me toque, que nadie me toque porque no respondo", muy nervioso, descolocado y bajo una crisis de ansiedad, gritaba un acusado tras propinar un cabezazo a un agente de la Policía Autonómica de paisano en los pasillos de los juzgados tras una discusión entre ambos. Tras este altercado, el varón de aproximadamente 60 años fue apaciguado por cerca de cuatro Policías Nacionales y trasladado al interior de la sala de vistas del Juzgado de Instrucción número 3 donde fue atendido por una médico forense.

Con este incidente, ya son dos los altercados violentos acaecidos en los juzgados vigueses en poco más de una semana. En esta ocasión, y a diferencia de la anterior, sí hubo daños personales, ya que según informan fuentes de la Xunta tres agentes resultaron heridos.

Los hechos se produjeron a las 11.30 horas en el pasillo de la sala de vistas de Instrucción 3 de Vigo. El imputado se encontraba citado a raíz de una denuncia interpuesta por un matrimonio que lo acusó de amenazas. Al estar la pareja separada y existir entre ellos una orden de alejamiento, la mujer acudió al juzgado con el agentes de policía encargado de vigilar dicha orden de protección, quien iba de paisano.

Según relatan varios testigos, el agente le increpó al acusado por estar "mirándolo mal" a lo que el varón le propinó un cabezazo. "Yo no hice nada, no me agarréis, que yo no hice nada", balbuceaba el acusado mientras varios agentes le separaban del agredido. Desde el juzgado se decidió adelantar su juicio, pero en vista de lo sucedido, y "de las circunstancias adversas que acabamos de pasar", el matrimonio decidió quitar la denuncia contra él, por lo que la juez dictó una sentencia absolutoria contra el acusado.

A pesar de este dictamen, el sexagenario, quien se encontraba ayer en las dependencias de la comisaría, se enfrenta a un delito de atentado y lesiones.