Julio Estévez defiende la implantación de Ingeniería Biomédica en Vigo con la misma vehemencia con la que hace cinco años llevó la propuesta al Consello Social de la Universidad de Vigo. El cirujano considera un error que en 2011 los órganos de gobierno no formalizasen la petición ante la Xunta y ahora que Asturias se adelanta lanzando un máster insta a no perder el tiempo porque "el futuro de la medicina pasa por las aplicaciones de robótica o nanotecnología" y advierte que dos carreras no podrían "cohabitar" en el Noroeste. "La titulación es imprescindible en Vigo por su alta cualificación en ingeniería y el sector de la salud", apunta como ventaja competitiva.
-¿Cómo se gestó en 2011 la propuesta de Ingeniería Biomédica?
-Entre mis atribuciones como miembro del Consello Social estaba promover titulaciones que fueran de interés para el futuro de la institución e Ingeniería Biomédica fue una sugerencia del catedrático Pedro Merino. Había coincidencia en que Vigo era, con mucho, la universidad gallega con mayor potencial para acoger este grado y decidimos impulsarlo. Fui el vehículo de presentación de esta demanda que luego se trasladó al gobierno de la Universidad.
-¿Cómo explica que transcurrieran cinco años sin avances?
-Fue una lástima porque ahora llevaríamos cinco años de ventaja a nuestros competidores. La propuesta del Consello Social no fue tenida en cuenta. Fue una actuación inadecuada por parte de los órganos de gobierno de la Universidad, que no vieron apropiado en aquel momento continuar con la solicitud formal ante la Xunta. Pero Galicia debe apostar por potenciar estos estudios y el sur es el lugar idóneo. En el área de Vigo hay ya una relación forjada entre las ingenierías y el sector de la salud y esa es una ventaja respecto a los otros campus. Si hay opciones, debe ser reconsiderada la postura para seguir luchando por algo verdaderamente imprescindible: la medicina del futuro.
-¿Sigue teniendo la titulación el mismo tirón que entonces?
-Más si cabe. Sería un título imprescindible para Vigo teniendo en cuenta su alta cualificación en ingeniería y sus perfiles de salud. En un futuro no muy lejano la ingeniería y la medicina caminarán juntos incluso como una sola titulación. Es una necesidad imperiosa. Los stents en intervenciones para el corazón, las aplicaciones de nanotecnología en la salud o la entrada cada vez mayor de la robótica en los quirófanos son un fenómeno imparable y debemos estar preparados. El futuro de la medicina pasa por las adaptaciones de ingeniería y Vigo está capacitado para formar a esos profesionales.
-¿Es optimista ahora que todos los que la defendieron en 2011 vuelven a plantear su necesidad?
-Me mantengo expectante porque nos llevó 18 años conseguir el sueño de la docencia de Medicina cuando parecía evidente que en todos los hospitales sus profesionales deberían transferir sus conocimientos a la nueva generación. Fue una lucha constante y muy dura. Soy consciente de que la Galicia sur ha sido maltratada en muchos repartos respecto al norte, pero también cabe destacar que los nuevos hospitales hacen imprescindible la fusión con la ingeniería. Hemos sido en muchos aspectos el niño pobre de la comunidad, pero estamos despegando y no debemos renunciar a esta aspiración.
-¿Resta atractivo a unos futuros estudios en Vigo el hecho de que Asturias lance un máster?
-Si se quedan en un máster no demasiado, pero hay que entender que dos grados sería difícil que cohabitasen en el Noroeste. Por eso no debemos perder el tiempo y hay que apostar en firme por el título. Si nos adelantan con un grado, entiendo que alguien debe hacerse responsable de las decisiones tomadas hace cinco años.
-¿Qué aportaría al área de Vigo una nueva titulación de este tipo?
-Sería una grandísima contribución para la oferta del campus vigués, pero sería además una riqueza para el conjunto del sistema universitario gallego. Estaríamos formando a profesionales con mucho futuro y proyección. Sería una gran aportación a la valía a nivel científico de la Universidad de Vigo. Y además hablamos de algo perfectamente asumible. Se habían estudiado los costes y al tener ya la estructura básica no supondría un impedimento.
-Ahora que ya no forma parte del Consello Social, ¿trasladaría algún consejo a los actuales responsables y al equipo de gobierno?
-Sería fundamental que todos le hiciéramos más caso al Consello Social porque representa a la sociedad en la Universidad de Vigo. Espero que retomen la recomendación de 2011 y que esta vez sí se le haga caso. En este contexto tan competitivo hay que estar agudos y ser más rápidos que el resto. Si algo tengo claro es que tienen mucho más potencial las facultades de ingeniería de Vigo que las de Asturias, pero se ve que allí han sabido moverse mejor. Eso no podemos permitirlo. En estas decisiones influyen muchos factores, también la política, pero no se puede dejar pasar la oportunidad de relanzar este proyecto.
