El replanteamiento de O Berbés ideado por el CTAG incluye otras medidas como la conciliación de los espacios de primera y segunda venta (las mercancías que llegan en camión capturadas en otros puertos), una sala específica para el eviscerado del pescado y hasta un nuevo diseño de los embalajes de las cajas para su transporte. Estas actuaciones figuran dentro de los tres millones presupuestados para la propuesta encabezada por los robots, pero los expertos del sector de la automoción plantean una serie de obras "a largo plazo" que aumentarían en 10 millones más la inversión.
Este sería el coste de la adición de una entreplanta en la lonja de Altura (la más antigua de O Berbés) y la construcción de una segunda planta nivelada con la edificación trasera. "Esta propuesta tiene relación con la búsqueda de mejorar la logística. Con la elevación de un piso se consigue un cambio de gestión del pescado vendido hacia los camiones. Se realizaría en el menor espacio posible y con la mayor comodidad para los comercializadores. Y con ese piso adicional entre el hueco del parking y la lonja actual, se conseguirían unas mejoras energéticas porque el espacio de funcionamiento más reducido facilitaría el mantenimiento de la temperatura interior en esos 8 grados deseados", defiende Víctor Alonso.
Con esta fórmula se concentraría toda la actividad minorista. Estas empresas generan buena parte del intenso tráfico que registra la actividad de O Berbés. Se estima que entre los 5.000 vehículos diarios que entran y salen del recinto, 600 son furgonetas. El parking interior de las lonjas tiene 800 plazas y se queda coto. Con las obras planteadas por el CTAG, los minoristas ganarían 150 puestos y cerca de 300 plazas más para vehículos.
