Más de 15.000 alumnos comenzaron ayer sus clases de ESO y Bachillerato en la ciudad en un curso que se presenta con muchas novedades. Tras más de dos meses de descanso, los libros de texto, libretas y demás material escolar vuelven a ocupar un lugar central en su día a día, en un año en el que, tras superar los exámenes propios de sus centros educativos, deberán pasar por primera vez la conocida revalida para poder obtener de manera definitiva los títulos de ESO y Bachillerato.

La primera toma de contacto del nuevo curso transcurrió sin incidencias, aunque los nervios si estaban presentes desde primera hora. Tras todo un verano separados de sus habituales compañeros de clase durante nueve meses al año, los reencuentros fueron uno de los momentos más especiales para ellos. "Volver a ver a tus compañeros es lo único positivo de la vuelta a las clases", comentaba Joaquín, un alumno del colegio Quiñones de León, antes de entrar en el centro.

Ayer estaban citados 15.165 alumnos de ESO y Bachillerato, cifra que aumentará en los próximos días si tenemos en cuenta los estudiantes de los diferentes ciclos formativos y de los que todavía no facilitó datos la Consellería al estar la matrícula abierta.

De los más de 11.000 estudiantes que comenzaron en algún curso de ESO, más de 6.300 lo hicieron en centros concertados o privados, mientras que cerca de 5.000 optaron por la enseñanza pública. En Bachillerato, en cambio, de los casi 4.000 alumnos matriculados para el presente curso académico, 3.000 escogieron algún centro público, optando algo menos de un millar por la enseñanza privada.

Uno de los primeros escollos que deberán pasar los alumnos será el de cambiar la mentalidad tras un largo periodo vacacional para entrar de la mejor manera posible en el actual curso académico. "No es fácil adaptarse a los madrugones diarios y a tener que estudiar de nuevo, pero con la rutina de las clases, el cambio se produce en pocos días", comentaba Cristian, alumno que comenzó ayer el curso de 4º de ESO.

Él y sus compañeros deberán afrontar, al término del mismo, una revalida que les permitirá obtener el título de secundaria. Lo mismo ocurre al término del Bachillerato para todos los que deseen obtener su certificado académico. Además, los alumnos de 4º de la ESO tendrán que escoger entre dos opciones: la que conduce al Bachillerato o la que conduce a la Formación Profesional de Grado Medio. Previamente en 3º de ESO habrán tenido que elegir entre las Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Académicas y las Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Aplicadas.