"El nivel de la competición es altísimo", corrobora uno de los miembros del jurado del Vigo Street Stunts. El certamen de deporte urbano que se celebra estos días en los alrededores del Náutico arrancó ayer con los primeros entrenamientos y rondas clasificatorias.
El día comenzó a ritmo de rap. La cultura hip hop invadió el escenario principal, donde los stunters iniciaron el calentamiento con espectaculares saltos de parkour. A través de las barras y los paneles de madera, los asistentes pudieron ver a un grupo de chicos ataviados con pantalones anchos, camisetas XXL y gorras hacia atrás. Volaban sobre el suelo, un espectáculo que conforme iba avanzando la mañana aumentaba la llegada de espectadores al recinto. El teléfono móvil se hacía imprescindible para retratar las piruetas de vértigo. "Esto solo lo habíamos visto por televisión", aseguraban unos turistas madrileños.
| Gimnastas urbanos toman Vigo en el Street Stunts. // Alba Villar
Los gimnastas coinciden en una premisa: en este deporte no hay competitividad. "Aquí vienes a disfrutar de la compañía y a aprender de los compañeros. Muestras tu show personal y después los jueces deciden", apuntó Sergio Cora, miembro del Galizian Urban Project e integrante del jurado.
La dedicación exclusiva a su afición depende del marketing y de los patrocinios de las marcas deportivas: "Se puede vivir de este deporte si trabajas y te esfuerzas, aunque no plenamente. Pero si tu hobby te da algo, se agradece", comenta Sergio.
El ganador de la pasada edición del Vigo Street Stunts, el portugués Pedro Salgado, aseguró que "vengo a divertirme aquí por segunda vez". Salgado comenzó a competir en 2011 en Berlín, donde ya se alzó con el título de campeón. Su pasión por el deporte extremo viene de familia. "Quise seguir los pasos de mi padre, que se dedicaba al cliff diving (salto de acantilado)", rememora el portugués.
Este año se incorporan a la disciplina de Street Stunts dos atletas femeninas. Es la primera vez que Lynn Jung compite en España: "Es genial que participen mujeres aunque solo seamos dos de veinte". "Sería irreal intentar ganar la competición porque nuestro nivel de dificultad es más bajo que el de los hombres, pero podemos destacar en los apartados de flow (movimientos) y ejecución, y ganarles ahí", razona la austríaca.
VER VÍDEO | Jornada de ayer en el Street Stunts. // Óscar Bernárdez
Los stunters dieron paso a los expertos en Slackline, una modalidad que consiste en saltar sobre una estrecha cinta de nylon. Abraham Hernández, actual campeón del mundo, acude a Vigo invitado por la organización: "Espero dar lo mejor de mí y pasarlo bien. Ganar no es importante". En tan solo tres años y medio que lleva practicando esta modalidad se ha alzado como uno de los mejores del mundo en su categoría. "Yo practicaba danza aérea, la de las telas, y me invitaron a un festival. Vi a unos chicos haciendo esto y me enamoré. Quería hacer lo que veía en los vídeos", revela el gimnasta chileno.
Rondas finales
Carlos Casasnovas lleva diez meses practicando Street Workout y ya está en su primer campeonato internacional. Viene de Mallorca, donde comenzó su afición: "En un parque de ancianos al lado de mi casa había una estructura parecida a esta. Poco a poco vas conociendo gente, preguntas, y aprendes de otros. En este deporte no hay entrenador", afirma el mallorquín.
Las rondas finales de las tres modalidades se celebran entre hoy y mañana. Esta tarde se entregarán los premios de Street Stunts amateur y de una modalidad de Street Workout masculino. El jurado está formado por cuatro miembros, en el que cada uno pone una nota de 0 a 100 basándose en varios criterios: el flow (los movimientos), la dificultad, la creatividad y la ejecución.
Además de la música que acompaña los saltos y piruetas de los profesionales, los espectáculos musicales nocturnos son el otro gran atractivo del evento. Esta noche actuarán Lowlight y John Grvy, y el punto y final del certamen lo pondrá mañana Andy Smith.
