A pesar de que su sensación nada más salir de la prueba fue buena, Rosalía del Carmen Pino estaba intranquila con su nota. "Al terminar selectividad nos fuimos de viaje de fin de curso a Mallorca. Sabía que la calificación nos llegaría en esos días, así que pedí a mi padre que no me dijese nada. Como él vio que era tan buena, no puedo aguantarse y finalmente me la dijo", bromea esta viguesa, quien podrá estudiar "sobradamente" la carrera con la que siempre ha soñado: Medicina. "Sabía que con subir del 12,50 lo tenía medio garantizado. La media de Bachillerato me quedó en un 9,7 así que haciéndolo medianamente bien, entraba seguro. Estudiaré en Santiago y quizá mi especialidad se centre en traumatología", afirma Pino.