Los inquilinos del edificio número 6 de la calle San Salvador todavía no han recuperado la normalidad tras la explosión que dejó sus viviendas seriamente afectadas. Cuando ayer se cumplieron cuatro meses de la deflagración que obligó al desalojo de 66 vecinos, una veintena de ellos todavía no han podido regresar a sus casas.

Pelayo Rubido es uno de estos damnificados. Este vigués, residente en el 3ºB, ha solicitado a su aseguradora el pago de sus bienes perdidos tras el suceso, sin embargo no ha obtenido la respuesta que esperaba. "Me han hecho una valoración de mercado y lo que me ofrecen es poco más del 50% de la indemnización real: de 10.000 euros que deberían abonarme me daban 2.500 más el alquiler del piso en el que estoy residiendo momentáneamente. No di la conformidad y desde aquellas no me han vuelto ha hacer caso", lamenta Rubido, quien sostiene que al ser alquilado no tiene que hacer frente a las obras. "La moqueta quedó inservible y un tabique se vino abajo. A eso tiene que hacerle frente mi casero. Él también tuvo problema con la aseguradora, al igual que otros vecinos, cerca de una veintena todavía no han podido entrar en sus casas", añade este vigués.

Ayer se cumplieron cuatro meses desde la explosión de gas en el edificio, tiempo que nunca imaginaron pasar lejos de sus viviendas. "Entendemos que fueron necesarias muchas obras, revisión del circuito eléctrico, se fundió el limitador, etc, pero nunca imaginábamos estar así cuatro meses", explica Pelayo, que calcula otro mes más para su vuelta a casa. "Esperamos que en julio se hayan solucionado todos los problemas y a ver si para el próximo mes podemos entrar ya en nuestros pisos. Muchos todavía no tienen la cédula de habitabilidad; en mi caso, no me han pagado lo que se perdió con la explosión. De seguir así, esto terminará en los juzgados", advierte Rubido.