"Colocar al paciente en el centro del sistema sanitario" es una demanda de muchos colectivos y un compromiso de políticos. El nodo vigués de la Plataforma de Innovación de la Agencia de Conocimiento en Salud (Acis) lo ha llevado a la práctica de forma literal este mes. Ha invitado a un enfermo cardíaco a participar en un equipo de trabajo para mejorar en la atención a este colectivo. En base a su opinión, ha localizado los fallos y ha buscado soluciones que, en una siguiente fase, se tratarán de implantar. "Trabajamos para el paciente y muchas veces no sabemos ponernos en su piel", admite la subdirectora de Procesos sin Ingreso y Urgencias de Vigo, Elena Lorenzo,. Por ello, resalta la conveniencia de estas iniciativas: "Escuchar lo que él te transmite puede ser más importante que sentarte a hacer protocolos".

En el proyecto, en el que colabora el grupo farmacéutico Sanofi, participaron nueve profesionales: una cardióloga, un internista, dos médicos de familia, una enfermera de Primaria y otra de Urgencias, un farmacéutico, un trabajador de Admisión y Lorenzo -también facultativo de cabecera- por parte de Dirección. La intención es que el equipo abarcara todos los ámbitos involucrados en la atención del paciente cardíaco.

"Impresionado" se quedó el paciente escogido al comprobar que los profesionales, para hallar mejoras, se guiaban por su experiencia en el Chuvi a raíz de una insuficiencia cardíaca y las sensaciones que tuvo. Se trata de Juan Manuel López-Chaves, de 48 años, al que, hace tres, en el Meixoeiro, le colocaron un Desfibrilador Automático Implantable (DAI) por su alto riesgo de insuficiencia cardíaca.

El taller se desarrolló en la sala que el Álvaro Cunqueiro ha habilitado para la Plataforma de Innovación y se dividió en tres fases. En la primera jornada pidieron a Juan Manuel que les relatara su "viaje" desde aparecen los síntomas, pasando por la hospitalización y el alta hasta el seguimiento en la actualidad. Buscaban fallos o oportunidades de mejora para fijarse un reto y trabajar sobre él en la segunda sesión. "En el hospital recibí una atención espectacular, no escatimaron en pruebas y en cuidados. El único fallo en mi caso vino al darme de alta", les expuso. Pero, tras estar arropado por una constante atención de los profesionales -"tienes la impresión como de que tienes el hospital a tus pies por tu gravedad"-, al recibir el alta te sientes solo. "Sales con una sensación de miedo horrible, sobre todo, a que el corazón se te gaste y tengan que hacerte un trasplante", cuenta y añade que "no sabes lo que puedes hacer". A esto se suma que, en las consultas de seguimiento, "pasas a ser un número".

Preocuparse por la gestión del estado emocional del paciente; mejorar las vías de comunicación con el paciente dado de alta -vía conexión telefónica o con la creación de la figura del cardiólogo consultor-; proporcionarle información sobre síntomas y signos que puede controlar; dotar de más formación e información a su entorno... Estas fueron algunas de las ideas que pone sobre la mesa el grupo de trabajo. También creen importante trabajar con la comunidad para que, por ejemplo, los supermercados tengan una estantería de alimentos para cuidar la salud cardiovascular.

La experiencia comenzó por el riesgo cardiovascular porque hay muchos casos y afecta a gente joven. Pero quieren darle continuidad con diabéticos, asmáticos... "Es fundamental que se cuente con la visión del paciente. Ellos me escucharon con mucha atención y estaban dispuestos a repensar todo. Hace que tengas más confianza", aplaude Jose Manuel.