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Fue noticia en 1966

El otro puerto de Vigo

El cargadero de Rande, destinado al carbón, comenzó a utilizarse hace 50 años

El cargadero de Rande, con su estructura sobre el agua, y las vías del tren en primer término. // R. Grobas

Era el mes de febrero de 1966 cuando por fin se anunciaba la puesta en servicio del cargadero de Rande, un enorme complejo que también suponía la ampliación del puerto de Vigo. Más de 30.000 metros cuadrados para almacenar carbón y una estructura metálica con tres bases para que los barcos tuvieran la facilidad de atraque. España no conocía una obra portuaria tan importante pero que era considerada vital para la época. Los laboriosos trabajos se habían iniciado seis años antes.

A través del puerto vigués se exportaba carbón a Francia, Italia, Alemania e Inglaterra. Según las autoridades, en diez años pasaron por los muelles de la estación marítima 328 barcos y un total de 3.581.645 toneladas de carbón. La empresa Minero Siderúrgica de Ponderada decidió realizar una fuerte inversión para poder enviar el material con mayor rapidez a su destino. Encargó a un grupo de técnicos buscar un lugar. Y lo encontró en Rande. Tenía a su favor que disponía de conexión ferroviaria, algo considerado como vital.

El proyecto incluyó mover millones de metros cúbicos de tierra, al mismo tiempo que se construía un enorme muro de hormigón. El desafío era conseguir un enorme espacio llano y de gran capacidad. Se llegaron a los 30.000 metros cuadrados, aunque después se realizó una pequeña ampliación.

Al mismo tiempo, en la empresa Vulcano se construyó lo que sería el muelle. Estaba compuesto por tres plataformas, unidas por una gran pasarela metálica. Para llegar hasta ese lugar, también se articuló otro elemento de unión. El carbón pasaría a través de cintas hasta los barcos. Para ello también se necesitaba una gran potencia eléctrica y se construyó una central. Los técnicos tuvieron que superar numerosas dificultades, entre ellas la inestabilidad del suelo. Hizo falta reforzarlo. También se estudiaron las corrientes en esa zona, que eran fuertes en algunos momentos. El calado del puerto era de once metros, suficiente para que pudiera acoger a los grandes buques de carga de aquella época.

El carbón llegaba al cargadero de Rande en tren desde San Miguel de Dueñas, Larciana y El Bierzo. Todas esas poblaciones estaban en León. Cada convoy estaba compuesto por 24 vagones repletos de material. Descargaban en las nueva instalación que contaba con varias grúas que podían movilizar hasta 2.000 toneladas a la hora.

Su puesta en funcionamiento alivio de manera considerable las instalaciones del puerto vigués. El espacio que ocupaba el carbón se destinaría otro tipo de mercancías. El cargadero de Rande fue un ejemplo de diseño y funcionó a pleno rendimiento hasta 1987. Muchos recuerdan los trenes parados en la vía que se encuentra paralela a la actual carretera y también los enormes barcos en su muelle. Se propusieron algunas iniciativas para recuperar el espacio, entre ellas varias propuestas culturales. No fueron aprobadas. Los terrenos pertenecen en la actualidad a la empresa Tranvías de Vigo, aunque algunas fuentes consideran que son propiedad del Ayuntamiento de Redondela.

A pocos metros de allí, otro cargadero también se puede considerar histórico. Es mucho más pequeño fue utilizado desde comienzos de 1926 para transportar volframio a Alemania. Su impulsor fue Friedrich Wilhem Closs, vicecónsul alemán en Monforte de Lemos y uno de los gestores de la empresa Minerales de Galicia. Sus propuestas también fueron revolucionarias en aquella época, sobre todo por la altura a que se encontraban las instalaciones. A través de tolvas móviles, fue capaz de agilizar el transporte desde Lugo hasta Alemania. Contó con la colaboración también del tren. Todavía hoy en día se pueden observar los restos del muelle, las vías que lo comunicaban e incluso un túnel. Toda la zona está protegida por un cierre.

Se utilizó durante muchos años. Después fue perdiendo importancia, sobre todo tras la caída del régimen nazi. Friedrich Wilhem murió en Lugo y fue enterrado en Vigo, a donde viajaba con mucha frecuencia. La instalación fue expropiada por el Gobierno de España en 1948 y desmantelada totalmente dos años más tarde. Pertenece al Ayuntamiento de Redondela. Entre los dos cargadores se encuentra en la actualidad el museo Meirante, dedicado a la batalla de Rande.

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