Uno de los edificios más emblemáticos del Casco Vello da los primeros pasos para disfrutar de una "segunda vida". La promotora Getting Back Stones ha obtenido licencia para realizar labores de vaciado y catas arqueológicas en los edificios situados en los números 2 y 4 de la calle Oliva y Xoanelo 1, que se funden en un majestuoso palacete y formaban parte -en el siglo XIX- de la residencia de los marqueses de Valladares.
En los últimos días los técnicos han empezado a realizar trabajos y mediciones en el interior del inmueble, cuyo perímetro está ya totalmente vallado. El plazo de ejecución es de seis meses. Una vez finalice la primera fase podrán iniciar el trabajo de rehabilitación.
La antigua casa palaciega presenta en la actualidad un estado ruinoso, con su patio interior repleto de maleza. Fuentes vinculadas a la obra aseguran que el uso que se le dará al edificio aún no está decidido. Un proyecto anterior -que se modificará- planteaba destinarlo a viviendas. En el barrio se comenta la posibilidad de que albergue, al menos en parte, usos hosteleros. La promotora aún no presentó el proyecto definitivo.
El inmueble goza de una protección de carácter ambiental que "blinda" los elementos de valor arquitectónico. En concreto, las fachadas de piedra, las galerías, los balcones y barandillas, la carpintería de madera, los jardines y patios, el muro de cierre de la parcela y el portal. De forma expresa, su ficha prohibe tocar la fachada y la carpintería exterior. Destacan los ornamentos situados a lo largo de la parte superior de la construcción y que emulan varias almenas.
La normativa sí permite la construcción de aparcamientos en el subsuelo de la parcela, para uso del edificio y "siempre que no menoscabe el jardín del interior". El inmueble se distribuye en tres plantas y cubiertas y su superficie alcanza los 1.450 metros cuadrados.
