Pensaban que su formación en la academia, sus estudios de oposiciones y pruebas físicas eran suficientes para ejercer la dura e importante función de Policía Local. Pero en realidad no era así. Y es que ser agente no consiste solo en atender accidentes, realizar pruebas de alcoholemia y detener infractores, entre otras cosas, sino que cuentan con muchas otras funciones que no vemos diariamente pero tienen obligación de cumplir.

Por ello, desde la Academia Gallega de Seguridad Pública y el Concello de Vigo firmaron un convenio para mantener una constante formación profesional entre sus agentes en ámbitos de colaboración, ayuda y protección ciudadana.

Entre los cursos que se implantaron en 2015, que se diferencian entre obligatorios y optativos, destacan las clases de inglés. Los policías más novatos ya tienen unos conocimientos básicos del idioma al haberlo estudiado en algún momento de su formación, sin embargo los veteranos dominan el hello, stop, yes, no y poco más. Debido a la gran cantidad de cruceristas llegados a puerto en este verano y los turistas que se mueven en general por la ciudad olívica, el inglés se ha convertido en el pan de cada día. Y por ello sus jefes han considerado necesario que los agentes tengan un mayor conocimiento, o un conocimiento en general del idioma para poder comunicarse con ellos, indicarle zonas, auxiliarlos en caso de pérdida o, simplemente, entablar una conversación.

Desde comienzos de octubre y de 6.30 a 8.30 horas de la mañana, un grupo formado por 30 agentes se arman de boli, libreta y diccionario para resolver otro grave conflicto que atañe al cuerpo: los ejercicios de inglés. La clave de estas aulas reside en obtener fórmulas básicas para la comunicación social: derecha, izquierda, recto, atrás... Expresiones que puedan ayudar a los perdidos y foráneos viandantes. En ocasiones llegan remesas de hasta 5.000 cruceristas, y Vigo es grande, llena de callejones y vías semejantes. Raro era el día en el que alguno de estos turistas no acabase perdido por la ciudad olívica. Y estos desorientados transeúntes buscaban agentes a los que pedir ayuda, muchas veces inútilmente. Ahora eso debería ser pasado.

"La comunicación con los demás es realmente importante y fundamental en nuestro trabajo. Al ser nosotros Policías ya vienen directamente a preguntarnos direcciones o zonas grandes de Vigo. Creemos que es primordial ayudarles, por eso la idea de las clases de inglés es tan positiva y con ellas no solo se benefician los extranjeros, sino que nosotros también adquirimos nuevos conocimientos que nunca vienen mal y que, además, nunca sabes dónde puedes necesitarlos", comenta Javier Carballo, inspector principal de la Policía Local de Vigo.

A pesar de ser unas clases obligatorias, se dividen por turnos para no dejar una patrulla en cuadro. Por ello estas aulas estarán vigentes sólo hasta el 15 de diciembre, momento en el que empieza la campaña de Navidad.

"Lo primero que nos tiene que importar es nuestro trabajo, por ello, cuando de verdad hacemos más falta vamos a parar las clases y en febrero volveremos a recuperarlas. Así las calles no quedan desprotegidas y nosotros nos tomamos las clases sin la presión de saber si estamos dejando de hacer nuestro trabajo", añade el responsable policial.

Derecho o defensa personal

Como toda formación es poca y más para una profesión que implica múltiples actuaciones y algunas de alto riesgo para el ciudadano, desde la Jefatura de la Policía han decidido incluir otras actividades además del inglés que pueden ayudar a realizar un servicio más completo.

Por un lado, reciben clases en materia de derecho penal. Es bueno para ellos estar al tanto de los cambios que se den en la ley y conocer las penas que pueden acarrear las personas que detengan. Estas clases están impartidas por un fiscal y además, en su primera lección tuvieron una masterclass a cargo del fiscal jefe de menores de Pontevedra. También reciben cursos de defensa personal, reanimación, reconocimiento de accidentes, manejo de arma corta o formación de trato con el ciudadano en casos de que éste presente estrés, sea problemático, se encuentre bajos efectos del alcohol.