El gobierno llevará por primera vez a pleno las cuentas tal y como las elaboró, sin cambios introducidos por los grupos de la oposición, los seis primeros años de mandato de Abel Caballero incorporados a exigencia del BNG, y en 2014 tras el acuerdo del PSOE con el PP. Ahora los socialistas, con una holgada mayoría absoluta, dependen exclusivamente de sí mismos, por lo que tienen garantizada la aprobación inicial de las cuentas en solitario en el pleno convocado para el próximo lunes.

El Ejecutivo rechazó ayer en la comisión de Economía todas las enmiendas del PP, que había presentado una batería de alegaciones, y la única de Marea, que afectaba a la totalidad del documento al reclamar la confección de un presupuesto nuevo más participativo.

El PSOE ha necesitado hasta ahora de recabar apoyos para aprobar las cuentas. Durante los cuatro primeros años las pactó con el Bloque, su socio de gobierno por aquel entonces. En los dos siguientes presupuestos, con el BNG en la oposición, los socialistas aceptaron todas las exigencias de los nacionalistas. Un año después, rotos todos los puentes entre Bloque y PSOE tras un distanciamiento progresivo, el PP ofreció un pacto y, tras negociar con el gobierno e introducir modificaciones por valor de más de cinco millones, respaldó las cuentas.

Muñoz: "Es un error grave"

La portavoz popular, Elena Muñoz, criticó ayer el rechazo a todas las enmiendas de su grupo. "Es un grave error", advirtió, para agregar, en relación a las partidas que solicitó el PP para empleo juvenil, inversiones en el rural y gasto social: "El gobierno no está diciéndonos no a nosotros, sino a todos los jóvenes que necesitan un empleo, a todos los vecinos del rural para que sean de primera y a las personas que necesitan ayuda con más fondos del cheque social".

Muñoz afirmó también que las cuentas municipales "supondrán mayor sacrificio para los ciudadanos en 2016, porque los impuestos suben", y lamentó que el gobierno "se niega a escuchar cualquier opinión que no sea la suya".