La música tradicional gallega une a Enrique Fernández y Alejandro Graña. Hasta hace unos días, ambos eran alumnos de la Escola de Gaitas e Percusión de la Diputación de Pontevedra y ya habían formalizado su matrícula para este curso el pasado abril. Recuperarán los 25 euros abonados pero lamentan la desaparición de una actividad que conservaba y promocionaba la cultura y el folclore más allá de nuestras fronteras.
"Yo ni siquiera soy gallego. Soy de Cantabria. Pero creo que lo que hacíamos en las escuelas era algo único. Es una forma muy importante de promover la cultura propia de una comunidad autónoma. Es una pena que se pierda", reprocha Fernández.
La Diputación anunció esta semana que no renovará el convenio anual de 140.000 euros que mantenía con la Asociación Cultural Banda de Gaitas, presidida por Hipólito Cabezas. La decisión afecta a nueve profesores y casi 700 alumnos matriculados en sus escuelas de Pontevedra, Cangas, Lalín, Vilanova y Vigo.
Este curso sería el sexto para Fernández, que se decantó por los instrumentos de percusión y pretendía perfeccionar su técnica con el tambor y el bombo. Curiosamente, comenzó en la escuela un año después de su hijo Enrique, que ahora tiene doce años y que es un apasionado de la gaita. Por si fuera poco, la pequeña de la familia, Xiana, de siete años, tenía previsto incorporarse este curso a las clases de pandereta. "Nos pilló de sorpresa a todos los alumnos, y, en mi caso, a toda la familia, que ya nos habíamos organizado para el curso", explica.
"Nos gusta cómo se trabajaba en la escuela y cómo se impartían las clases. Acudes voluntariamente, nadie te obliga, por eso cuando te encuentras con la noticia de que se dejan de impartir el golpe es duro", señala.
Al joven Alejandro Graña, de 22 años, que también es miembro de la Banda provincial, el gusanillo de la música le entró cuando tenía 4. Su pasión tiene una doble vertiente, personal y profesional, ya que estudia magisterio en la Facultad de Ciencias de la Educación y quiere especializarse en esta rama.
"Confío en dedicar mi futuro a la música. Para mí lo es todo. Esta noticia ha sido un golpe duro y triste, porque la banda llevaba la cultura gallega allá por donde íbamos: México, Suiza, Nueva York...", lamenta.
Ninguno de los dos entiende la decisión de la Diputación de Pontevedra de retirar la financiación y confían en que los concellos tomen el relevo. "Para no frenar mi carrera estoy dispuesto a desplazarme a cualquier ayuntamiento donde se impartan las clases", asegura convencido Graña.
Sin respuesta de Caballero
Mientras tanto, la Asociación cultural Banda de Gaitas ya ha solicitado reuniones con los alcaldes de Pontevedra y Vigo. "El 28 de agosto, nada más enterarnos de que se dejaba de financiar la actividad de las escuelas, pedimos un encuentro con Miguel Anxo Fernández Lores y con Abel Caballero, pero no nos han recibido aún", explica el presidente, Hipólito Cabezas.
El diputado provincial de Cultura, el nacionalista Xosé Leal, acusó el pasado miércoles a la asociación de haber disfrutado de un "trato privilegiado" para justificar que no se renovaba el convenio. "Nosotros hemos ganado dos concursos públicos, a los que se presentó quien quiso. Fue un reconocimiento a nuestro trabajo", le responde Cabezas.
En una reunión celebrada a finales de agosto, Leal también explicó a los representantes de la Escuela de Gaitas que la nueva política cultural del ente provincial pasa por aportar un fondo a los ayuntamientos para que estos decidan a qué actividades y asociaciones destinan sus recursos.
La incertidumbre sobre su futuro afecta a los 270 alumnos matriculados en Vigo y otros 150 de Pontevedra, a los que se suman los de Cangas, Lalín y Vilanova de Arousa.
