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Avelino San Luis: "No hay que confundir nunca el orden con la rigidez"

"Un acto regido por unas normas puede ser distendido", explica el antiguo responsable de ceremonias del Ayuntamiento

Avelino San Luis, durante su visita a FARO. // Ricardo Grobas

Si hubiese un ejemplo de saber estar, formalidad y discreción en Vigo todas las miradas recalarían en Avelino San Luis. Él ha estado presente de forma directa e indirecta en todos los eventos oficiales organizados en la ciudad olívica. Avelino ha sido el responsable de protocolo del Concello las últimas dos décadas hasta que el pasado mes de agosto se jubiló.

Desde un discreto segundo plano, Avelino San Luis supo mantener el orden en cada acto institucional y controlar como un auténtico maestro de escuela a los cientos de políticos y altos cargos que han pasado por su clase. Ahora ya retirado, cede el bastón de mando a su sucesora, Leticia Gallego, seguro de que llevará las riendas con la misma eficacia que lo ha hecho él durante dos décadas.

-Su estancia en el Concello ha sido muy larga, ¿no echa de menos la que fue como una segunda casa para usted?

-Fueron 40 años los que estuve trabajando en el Concello en diferentes puestos, los últimos 20 en protocolo y he de decir que llega un momento en que uno ya se cansa. Tengo 71 años y, por mucho que me guste mi trabajo, llega el momento de decir basta.

-¿Resulta complicado llevar a cabo el protocolo de actos oficiales en una ciudad importante y grande como Vigo?

-Pues todo depende del acto. Al principio sí puede resultar un poco más complicado, pero la gran mayoría de la gente ya sabe cómo debe de comportarse. Yo sólo tengo que indicarles cómo tienen que sentarte y cómo se debe realizar el acto en sí. Normalmente los actos del Concello son sencillos porque no viene mucha gente pero por ejemplo, cuando fue el World Fishing que se celebró aquí en Vigo llegaron a venir más de 600 personalidades. Además acudían ministros extranjeros y había que estar muy pendiente de ellos por el tema del idioma. Aquí es necesario controlar varias lenguas. En Vigo tenemos una gran diversidad de fábricas, empresas y eventos extranjeros, por lo que resulta imprescindible un conocimiento amplio de idiomas y de saber estar.

-¿Considera que cambiaron mucho las formas de protocolo con respecto a años pasados?

-En verdad, no. Igual antes era todo más formal y ahora algo más distraído pero igual de serio. No debemos confundir el orden con la rigidez. Puede haber un ambiente distendido a pesar de que sea un acto oficial y con gente importante. Este tipo de actos necesitan de unas pautas para que todo salga bien al igual que en un partido de fútbol o en un accidente, hay que cumplir con unas serie de normas protocolarias.

-¿Tanta seriedad y discreción llegó a extrapolarla a su vida personal?

-Supongo que en verdad algo se me ha pegado. Cuando hacemos cenas familiares, mis amigos me dicen que yo debo colocarlos y sentarlos a la mesa. Ahora espero que ya no me lo pidan más.

-¿Qué consejos le daría a su sucesora?

-Pues lo más importante es que tenga mucha calma, mucha educación y paciencia. Seguro que así no va a tener problema ninguno.

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