Agosto deja buen sabor de boca en los hoteles de la ciudad. Según las estimaciones que maneja el gremio, el mes se cierra con un repunte de turistas y tarifas. "Ha sido un muy buen agosto, por encima del de 2014 y el mejor desde 2010, por lo menos", comenta el presidente de la Asociación de Empresarios del Hospedaje de la provincia de Pontevedra, César Sánchez-Ballesteros, quien estima que la ocupación media rondó el 80%. El gerente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Mariano Martínez Mier, confirma el buen resultado de ocupación -"Es muy buen dato", acota-, lo que benefició también a las minutas. Tras desplomarse un 30% desde el inicio de la crisis, entre 2008 y 2014, las tarifas de los hoteles subieron en agosto un 5%.
La alta demanda permitió a algunos establecimientos rozar casi el lleno. Ayer algunos directores de hotel reconocían haber alcanzado ocupaciones por encima del 80 o incluso del 90%. Alojamientos como el Silken América, el AC Hotel Palacio Universal o el NH Palacio reconocían a mediados del pasado mes haber rozado prácticamente el lleno, con más del 90% de sus camas ocupadas. Los buenos datos se enlazan con los de julio, que también dejó un jugoso balance. Según las tablas del Instituto Nacional de Estadística (INE) ese mes los alojamientos vigueses recibieron casi 30.500 turistas, lo que supone un aumento del 17% sobre el mismo período de 2014 y vender casi el 70% de las plazas disponibles.
El éxito de agosto responde a un cóctel de factores. Mes de gran afluencia de turistas, este año se vio impulsado por otras dos circunstancias: la primera, una sensible recuperación del turista nacional y luso -claves para los hoteles de la ciudad-, que llegan atraídos por los precios atractivos de la ciudad; y, segunda, la ola de calor que sacudió a parte de la península mientras en Vigo el termómetro regalaba temperaturas agradables. Ese contraste explica que la afluencia de turistas no se resintiese durante las jornadas en las que la urbe registraba lluvia.
"Llegan turistas de zonas en las que se alcanzan altas temperaturas, como Jaén, Cuenca, Guadalajara...", enumera Sánchez-Ballesteros, antes de recordar los precios atractivos de Vigo, baratos pese al repunte que siguió al aumento de demanda y con una buena relación entre calidad y precios. En abril el célebre comparador de precios de hoteles Trivago situaba a los alojamientos de Vigo como los más económicos de España, con tarifas muy alejadas de las del resto del país: en aquellas fechas una noche de estancia en Vigo costaba 54 euros, frente a las 110 de la media estatal. Otro estudio divulgado a principios de junio por la web alemana Hotel Info señalaba a los hoteles olívicos como los más valorados de España por sus clientes, con mejores calificaciones incluso que los de Londres o París.
La huella de O Marisquiño
El protagonista del arranque de agosto fue sin embargo O Marisquiño, que se celebró entre los días 7 y 9, y que dejó una huella importante en los hoteles de la ciudad. El presidente de Asehospo -y de su equivalente en la hostelería de la provincia, Feprohos- explica que el festival de la cultura y deporte urbanos "desbordó" todas las previsiones, dejando clientes en los alojamientos más céntricos, pero también en los situados en otros puntos de Vigo. Según sus organizadores, la edición de este año -la decimoquinta- atrajo a más de 125.000 personas y dejó en la ciudad más de 12,5 millones de euros.
Las previsiones de los hoteles para septiembre siguen siendo optimistas. "Esperamos unas buenas ocupaciones", avanza Sánchez-Ballesteros. En octubre se celebra otra cita fundamental: Conxemar.
