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Una sede con historia

El Aero Club inauguró su espacio en la Calle Reconquista hace 60 años y dentro de poco lo ocupará el Círculo Mercantil

Interior de uno de los salones del Aero Club en la calle Reconquista de Vigo. // FdV

El Aero Club de Vigo inauguró su sede en la calle Reconquista en el verano de 1955, es decir, hace 60 años. Fue un paso más en su crecimiento y se realizó cuatro años después de su fundación. No hay constancia de un acto oficial en el inmueble. Sin embargo, una gran exhibición aérea que reunió en Peinador a más de 50.000 personas en lo que se puede considerar como el punto de inicio de su acercamiento al centro de la ciudad. Por sus instalaciones pasaron muchas personalidades, se celebraron importantes reuniones, sirvió de punto de encuentro para sus socios e incluso el Rey Juan Carlos I, entonces Príncipe, lo visitó en numerosas ocasiones.

En 1951 se inicia la historia del Aero Club fundado por Enrique Lorenzo. Fue en Peinador. Allí había una avioneta que le sirvió para inspiración. El aeropuerto todavía no estaba operativo para fines comerciales. En el acta de fundación se detalla el compromiso de la nueva entidad con el deporte. Entre sus actividades también se dedicaría a la pesca, caza, vuelo acrobático, hípica y golf, el deporte quizás mas reconocido por el campo que todavía hoy en día registra una gran actividad.

El club creció en número de socios durante cuatro años. Enrique Lorenzo era un gran emprendedor que fundó y desarrolló numerosas empresas en la ciudad. Tenía contactos con personas muy influyentes en aquella época. Después de muchas gestionó el alquiler de un bajo en la calle Reconquista. Eran 400 metros que se convirtieron en una referencia. Logró un acuerdo con la Equitativa, la entidad propietaria de todo el edificio.

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El presidente quería celebrar el acontecimiento. Para ello organizó un gran festival aéreo, programado dentro de las fiestas de Vigo. Se agolparon más de 50.000 personas, según las referencias que dio el Decano. En la exhibición participaron aviones militares de España y Portugal. También el Príncipe Cantacuceno, campeón mundial de aviación acrobática.

La recepción oficial a los participantes y a las autoridades se realizó en el Club de Campo. Sin embargo, Enrique Lorenzo tenía puesta su mirada en el nuevo centro social. Un espacio de 400 metros cuadrados divididos en varios ambientes. En la entrada, un conserje de uniforme recibía a los socios. También podían acceder invitados especiales.

Dos años después de su inauguración, la sede del Aero Club se había convertido en un obligado punto de encuentro de la sociedad viguesa. Estaba lleno durante muchos días, sobre todo los sábados y los domingos. Precisamente los domingos se convirtió en habitual la presencia de entonces Príncipe Juan Carlos. Vestido con uniforme de guardiamarina, se trasladaba desde Marín con otros compañeros para visitar el centro. Cuentan algunas crónicas que su presencia en el local no era del agrado para muchos socios.

El bar del Aero Club era un lugar especial. Destacó al comienzo de su andadura por servir una limonada única, amarga para muchos y de gran aprecio para otros. No lo había en otros lugares de la ciudad. El presidente de la entidad también importó los perritos calientes, otro elemento que le hacía distinguirse de otros sitios.

En la sede club se desarrolló el proyecto del actual campo de golf en Peinador. También se impulsó la creación de la Escudería Vigo, en la que tuvo mucho que ver Manuel Pestana, uno de los socios más activos de la entidad. La escudería fue la que organizó, en 1964, el prestigioso Rally Rías Baixas.

Enrique Lorenzo mantuvo la filosofía del Aero Club durante los treinta años que presidió la entidad. Falleció en 1981. El club siguió trabajando con intensidad en la sede, en el golf y en organizar la prestigiosa Vuelta Aérea a Galicia. Fue también en el verano, pero de 1992, cuando decidió un cambio de rumbo. La asamblea de socios aprobó que se trasladaran a las actuales instalaciones de Peinador todo el aspecto administrativo. Pero la sede siguió con su actividad normal para los socios hasta el verano de 2013. A partir de entonces se decidió el alquiler a una empresa para desarrollar actos gastronómicos. La condición que se le impuso es que se respetara el interior. Dentro de unas semanas, la sede del Aero Club pasará a acoger a la del Círculo Mercantil de Vigo, otra institución emblemática de la ciudad.

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