La autopista del mar de Vigo comenzará el próximo lunes sin competencia en aguas del Cantábrico. Al menos de momento y a tenor de la infructuosa reunión celebrada ayer en Nantes para intentar convencer a la concesionaria de la autopista de Gijón de reanudar la conexión suspendida el pasado septiembre. En este encuentro, la naviera LD Lines condicionó la reapertura de la línea entre El Musel y Nantes a que le otorguen nuevas subvenciones. Rechazó volver a operar el servicio sin las ayudas que reclama, alegando que en ese caso perdería 6,5 millones de euros sólo en 2015. Al armador francés no le es suficiente el cobro de las subvenciones ya autorizadas por Bruselas. De los 30 millones que la UE concedió a España y Francia a pagar a la naviera, una parte aún no se han abonado y Bruselas está dispuesta a permitir que se alargue el periodo de cobro, que inicialmente finalizaba en 2014, para agotar esa partida. Esa solución no le vale a LD Lines, que quiere más por volver.
La reunión celebrada ayer en Francia entre representantes de los dos países, de las regiones afectadas y de los puertos de El Musel y Nantes con la naviera, concluyó sin avances y con la sensación por parte de algunos de los asistentes de que la naviera no tiene interés en volver a retomar la línea, aunque no lo diga abiertamente. De hecho, una de las quejas sobre la actitud de LD Lines es que ni la pone en servicio ni renuncia formalmente a la misma, manteniendo una situación de incertidumbre que dificulta las posibilidades de que otras armadoras abran ruta entre el puerto gijonés y el galo. Al encuentro convocado por el gobierno francés estaban invitados los transportistas que usaban la línea, pero sólo acudió uno de ellos.
El planteamiento que ayer expuso LD Lines pasa por que haya nuevas subvenciones a la conexión marítima, ya sean directas a la naviera o indirectas a los transportistas, lo que permitiría a la compañía subir los precios. Una propuesta que difícilmente prosperará dado que la UE es reticente a autorizar la entrega de nuevos fondos públicos.
Discrepancias con las cifras
El planteamiento de la naviera está siendo contestado tanto por Puertos del Estado como por la Autoridad Portuaria de Gijón, que sostienen que las cifras que esgrime LD Lines no coinciden con las que planteó en el proyecto en base al cual le concedieron las subvenciones. La naviera presentó un proyecto con un coste de barco de 12.000 euros diarios y ahora echa las cuentas en base a unos costes de 18.000 euros diarios. También reprochan a LD Lines que no se ha esforzado en conseguir carga en dirección norte-sur, lo que explica el desequilibrio en los embarques, un 30% inferiores en sentido Francia-España que en el ascendente. El contrato en base al que recibió las subvenciones, obligaba a LD Lines a mantener operativa la línea al menos hasta 2017, los últimos años sin ayudas.
La reunión de ayer se saldó con la creación de tres grupos de trabajo y la convocatoria de una cita para reunirse de nuevo en el mes de marzo. Esos tres grupos se centrarán respectivamente en la exigencia de una auditoría de las cuentas de LD Lines, explorar las posibilidades de conseguir más fondos europeos para la línea y ver cómo se pueden reducir los costes de escala en El Musel y el puerto de Montoir de Bretagne (Nantes-Saint Nazaire).
Paralelamente, tanto la Autoridad Portuaria como Puertos del Estado están hablando con otras navieras, para buscar alternativas que permitan establecer una conexión entre El Musel y Nantes.
