El Concello da un nuevo paso en favor del transporte de las dos ruedas. Tras potenciar el uso de las motocicletas con mejoras y privilegios para sus usuarios, ahora ha puesto el foco en los ciclistas. Pero no solo en los deportivos, sino principalmente en aquellos que han cambiado el pedal del acelerador por los pedales en su día a día. Antes de que finalice el año la Concejalía de Transportes cumplirá una de las reclamaciones que varios colectivos le han planteado en los últimos meses: incrementar el número de plazas de aparcamiento. El departamento dirigido por el edil David Regades instalará un centenar de "aparcabicis" por toda la ciudad que sumarán medio millar de plazas. "Sabemos que Vigo es una ciudad complicada para las bicicletas, pero en nuestra apuesta por el transporte sostenible queremos ir poco a poco facilitando su integración,", explica.
Actualmente apenas hay una veintena de puntos de aparcamientos para bicis en zonas como el edificio del Ayuntamiento, la Xunta o puntos muy céntricos como Porta do Sol. La idea del Concello, a propuesta de la asociación viguesa A Golpe de Pedal, es que haya una zona regulada y donde dejar las bicicletas de forma segura en prácticamente todos los puntos neurálgicos de Vigo. Se comenzará por 100 y con un presupuesto de en torno a 30.000 euros, pero en el plazo de dos años se estima que podrían llegar a rozar los 300. Cada punto de amarre dispondrá de aproximadamente cinco plazas.
En esta primera fase se instalarán "aparcabicis" en algunos centros educativos, en edificios públicos, bibliotecas, playas, instalaciones deportivas o museos, entre otros enclaves. El objetivo es ambicioso, ya que el plan municipal persigue que haya zonas reguladas para dejar la bicicleta en prácticamente toda la ciudad. Así, en su proyecto se incluyen desde los mercados municipales, pasando por las inmediaciones de grandes superficies comerciales o cementerios hasta las principales plazas públicas y parques como la de América, Independencia, el Paseo de Alfonso o A Riouxa.
Con esta medida no solo se persigue facilitar el día a día a los que ya utilizan la bicicleta como un medio de transporte habitual, sino que también se busca que sean más las personas que apuesten por ella. De hecho, el presidente de A Golpe de Pedal, José Manuel Suárez, está convencido de que son muchos los que todavía no la utilizan por no haber zonas donde poder dejarlas. "La dificultad de amarrarlas de forma segura en el punto de destino es un factor que reduce su uso. Con más plazas habrá más ciclistas", opina. Y es que actualmente farolas, señales y árboles son prácticamente la única alternativa que tienen a día de hoy los ciclistas para estacionar la bicicleta aparcada.
Baraja testar una "ciclocalle" entre Porta do Sol y Samil similar a las de Madrid
- El carril exclusivo para bicicletas no es la única medida válida que hay en la actualidad para garantizar la seguridad de los ciclistas en el casco urbano. Sin necesidad de realizar grandes obras se están testando ya con éxito los denominados "ciclocarriles o ciclocalles" en ciudades con intenso tráfico como Madrid. Y la concejalía de Transportes está ya planteándose probarlos en Vigo. Se trata de viales en las que los usuarios de las bicicletas tienen una importante presencia y que se señalizan de forma específica para que tengan preferencia y los conductores se conciencien de que es una vía compartida en la que deben extremar todavía más las precauciones. Para ello se eligen viales limitados a 30 kilómetros hora.La idea que baraja el Concello es la de testar esta fórmula en un eje que iría desde Porta do Sol hasta Samil. En este itinerario se fijarían como "ciclocalles" Elduayen, el paseo de Alfonso, Pi y Margall y López Mora hasta Plaza de América, donde los ciclistas podrían enlazar ya con el carril bici de Castelao. A este itinerario seguro hacia las playas se sumaría la senda que hay ya por el margen del Lagares y que permite llegar de forma directa desde Balaídos hasta Samil.
Una vieja demanda de un colectivo en aumento
- Pedaleando con camisa y zapatos. Esta imagen es cada vez más habitual en Vigo. Y aunque las cuestas dificultan que la bicicleta cuaje como medio de transporte con la fuerza que lo han hecho las motocicletas, lo cierto es que cada vez son más las personas que pedalean por la ciudad para ir a su puesto de trabajo, realizar un recado o simplemente por ocio. Y este aumento de usuarios no deportivos es lo que ha llevado en parte al Concello a cumplir una vieja demanda del colectivo ciclista de ampliar los "aparcabicis".Pero sus peticiones van muchos más allá. Entre ellas no solo está el aumento de carriles bici, sino que éstos tengan continuidad. Actualmente hay tres grandes sendas en Vigo, pero muy alejadas entre ellas: Julián Estévez, Bouzas y la avenida de Castelao.
