Una de las claves de este caso es la declaración del niño, en la actualidad de 9 años. Y el pequeño fue interrogado en juicio a propuesta de la defensa, pese a que la fiscal se opuso por ser menor y porque ya declaró en la fase instructora. El niño testificó desde el despacho del juez, que se comunica por una puerta con la sala de vistas.

Muy sereno, contó que su madre"primero me pegaba con la mano, después con el cinturón, y cuando se cansó de eso, empezó a darme con la paleta de cocina". Sobre el día anterior a que la pediatra viese los hematomas, dijo que la acusada se despertó "de mal humor" y le pegó "con la paleta". "A veces me cepillaba la lengua con estropajo y otras con cepillo de dientes con jabón; me vestía con ropa de mujer como castigo; me hacía arrodillar con garbanzos o habichuelas bajo las rodillas; ese castigo no es normal; no soy un santo ni un diablo, soy normal", dijo. Afirmó su madre "miente" sobre el episodio con su hermana o sobre que él le escupió y dio patadas: "Si le hiciera eso, ahora estaría sin vida". La acusada escuchó llorando la declaración de su hijo.