La preocupación ante el visible "abandono" del emblemático caserón de Finca Solita, en Alcabre, animó en 2011 a los vecinos del barrio a exigir soluciones al Concello. "Se roban piedras de la balaustrada y los árboles crecen dentro... Poco a poco se está echando a perder", lamentaba entonces la directiva de la parroquia. Tres años después la degradación de la villa se ha ralentizado -el Concello decidió vallar la construcción, con lo que se ha frenado el saqueo de los bloques y mejorado la seguridad de la finca-; pero los residentes de Alcabre siguen reclamando que se recupere el solemne caserón y se estudie dedicarlo a algún uso público.

"Nosotros pedimos que se haga algo; el edificio está en ruinas y se va deteriorando", lamenta Carlos Sobreira, vicepresidente de los residentes en el barrio, quien recuerda como "en su momento se pensó en ubicar allí la asociación de vecinos". Sobreira reconoce que, para decidir un posible aprovechamiento de la villa, el colectivo tendría que consultar antes a la parroquia; pero sí avanza como usos posibles una biblioteca, una guardería o incluso un centro cívico.

Durante la legislatura de Corina Porro, en 2006, se redactó un proyecto para que el caserón alojase un centro cívico. A pesar de que la propuesta obtuvo el visto bueno de la asociación de vecinos terminó en los cajones de Praza do Rei. Cuatro años después el gobierno local -ya con Abel Caballero al frente de la Alcaldía- esbozó en una reunión con los residentes su intención de transformar la villa en una guardería. Ese segundo uso tampoco ha cristalizado hasta la fecha. Durante un encuentro reciente con el concejal de Participación Ciudadana, Santos Héctor, el colectivo volvió a poner sobre la mesa el futuro del viejo edificio de Finca Solita.

La "segunda vida" del emblemático caserón de Alcabre rescataría del abandono una construcción cuyo origen y autoría es una incógnita para los expertos. José Ramón Iglesias Veiga, investigador del Instituto de Estudios Vigueses (IEV) y autor de una extensa bibliografía sobre historia de la arquitectura, reconoce la incógnita que rodea a Finca Solita. "En el Archivo Municipal no se encuentra ninguna referencia", recuerda. Por el estilo eclecticista del caserón Iglesias estima que puede tratarse de un complejo burgués de finales del siglo XIX. "En esa época estaba de moda entre la burguesía disponer de una villa a las afueras de la ciudad" , apostilla el experto vigués. La falta de documentación impide confirmar y datar el origen del inmueble o esclarecer, por ejemplo, si se levantó con planta nueva o sobre una construcción anterior.