Instaladas con el objetivo de facilitar la circulación peatonal entre ambas márgenes de la Avenida Castelao, el paso del tiempo y la falta de uso han convertido las dos pasarelas que sobrevuelan este vial en "anticuallas que no pintan nada". Marisol Polo y Rubén Núñez, presidentes de las dos principales asociaciones vecinales del populoso barrio de Coia, Cristo de la Victoria y Camiño Vello, celebran la retirada de esas estructuras metálicas anunciada este martes por el alcalde Abel Caballero.

Con la determinación con la que se expresó el regidor sobre el "entierro" de las vetustas pasarelas -ubicadas a la altura de la plaza Mestre Prudencio y otra en el cruce con la calle Redondela- parecía claro que el Concello había recabado antes la opinión de los residentes. Caballero justificó su retirada "porque han sido un rotundo fracaso; nadie las utiliza; y son un adefesio". En su lugar se instalarán tres nuevos semáforo en los números 17,41 y 71, con lo que el alcalde espera que el servicio a los vecinos quede resuelto de mejor manera, y puedan cruzar la avenida con total seguridad.

Marisol Polo reconoce que el principal cometido de esas dos pasarelas, que llevan tantos años instaladas que "ya nadie recuerda la avenida sin ellas", era el paso de peatones, sobre todo de mayores y de niños. Pero como sostiene el alcalde, se emplean tan poco que "nadie las echará de menos". La presidenta de Cristo de la Victoria cree que si realmente cumplieran su función, el Concello no se atrevería a retirarlas y tampoco lo consentirían los vecinos, por eso considera "acertada" la decisión. "En estos momentos funcionan como cuelgapancartas de bromistas, para anunciar despedidas de soltero o bodas. O sea, para colgar colgajos", sentencia.

Ambos portavoces vecinales coinciden en que las pasarelas fracasaron desde el primer momento por su "deficiente diseño". Tienen demasiadas escalares, y muy separadas entre sí para que los peatones se animen a recorrerlas. Entienden que antes de cruzar al otro lado de la avenida a través de esas pasarelas algunos peatones prefieren cruzan la calle, con el consiguiente riesgo de ser arrollado. Por eso vaticinan que la incorporación de nuevos pasos semafóricos serán más efectivos que los oxidados "puentes".

Sobre su aspecto, Rubén Núñez, presidente de Camiño Vello, dice que recuerdan a la estética de los años 80, "incluso afean el entorno". "Imagino que se pusieron en una época en que los semáforos no iban bien o no se respectaban mucho. Pero ahora, con las innovaciones que hay en tráfico, esas pasarelas, con ese uso tan esporádico, carecen de sentido", concluye.