La noche que el recién constituido Orfeón Vicus ad Libitum dedicará al compositor Giuseppe Verdi el próximo domingo 17 también tendrá una faceta didáctica. Entre interpretación e interpretación, los organizadores no solo explicarán el contexto de las obras sino que desvelarán algunas curiosidades, no demasiado conocidas, sobre el genio italiano y que lo aproximan a la ciudad de Vigo.

El pintor vigués Serafín Avendaño es su conexión más directa. El director del coro Apóstol Santiago, Rimas Zdanavicious, cuenta que se conocieron en Italia, donde el padre del artista gallego trabajaba como diplomático. Fue más tarde, cuando ambos se asentaron en Génova (en torno a 1866) cuando se fraguó su amistad. Fueron la estrecha relación que mantenían sus respectivas compañeras, Giuseppina Strepponi (con la que Verdi finalmente se casó) e Isabella Salvago (Nina), la que unió a estos dos artistas. "Verdi no tenía demasiados amigos, pero la amistad con Avendaño era bastante íntima", describe.

Testigo de esta relación y del respeto que se profesaban es la correspondencia que se conserva y en la que Avendaño se refiere al compositor como "queridísimo". En una de estas misivas, el pintor pide al compositor que anime a sus amigos de Milán a acudir a una exposición de su obra.

El vigués pasó bastante tiempo en las propiedades de Giuseppe Verdi, donde retrató, entre otras cosas, a su loro, entre otras cosas.