La osadía de deambular ante un pulpo se paga cara. La voracidad de este cefalópodo y su preferencia por las nécoras queda patente en uno de los últimos vídeos rodado en los fondos de Cíes por los expertos del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC que participan en el proyecto Cefaparques. El equipo liderado por Ángel Guerra también ha logrado durante sus últimas inmersiones localizar una posible zona de alevinaje y ha podido grabar una escena de canibalismo, una característica del comportamiento del pulpo bien conocida por los científicos pero cuya observación en el medio natural resulta extremadamente difícil.

Las imágenes registradas por Jorge Hernández Urcera y Manuel E. Garci durante la última inmersión realizada en diciembre muestran a un pulpo "de más de 3 kilos" en su refugio junto a los restos de un ejemplar de su misma especie mucho más pequeño: "Al principio pensamos que era una hembra con su puesta, hasta que nos dimos cuenta de que se lo estaba comiendo. Conseguimos arrebatárselo y lo medimos y analizamos para saber cuántos días llevaba muerto".

Estas raras y valiosas imágenes no verán la luz hasta que se estrene el documental del proyecto, pero desde el comienzo de sus expediciones los investigadores del IIM ya han dado a conocer escenas de la primera cópula de pulpos rodada en Cíes, hembras custodiando sus puestas e incluso una inusual morena de metro y medio.

Con una financiación del ministerio de 135.700 euros hasta 2015, Cefaparques constituye el primer estudio en el ámbito marino del parque Islas Atlánticas para investigar las condiciones de reproducción de tres especies de cefalópodos -pulpo, choco y calamar- y contribuir así a la protección de sus poblaciones.

Coordinado por el grupo Ecobiomar (Ecología y Biodiversidad Marina) del IIM, el proyecto también cuenta con la participación del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados para replicar el estudio de forma simultánea en el parque de Cabrera.

En apenas un año de muestreos, los biólogos vigueses ya han obtenido resultados "prometedores" y seguirán realizando cuatro inmersiones mensuales hasta abril del próximo año. Hasta ahora ya han localizado una decena de puestas de pulpo, seis de ellas concentradas en la misma zona rocosa de la isla de Monteagudo en la que Hernández y Garci pudieron grabar la cópula.

Dicha área supone menos del 1% de la superficie submarina de Cíes, subraya Hernández sobre la complejidad que suponen los muestreos del proyecto, en el que también participan Ángel González y Alex Chamorro.

La localización de puestas de choco ha sido menos fructífera, mientras que el calamar es el que está ofreciendo mayores dificultades: "Es esquivo y de comportamientos más nocturnos, por eso también hemos hecho inmersiones durante esas horas".

A la espera de condiciones propicias para regresar a Cíes, los investigadores también planean pernoctar durante varios días en el archipiélago para salir al mar desde allí y muestrear una zona de fondos arenosos.