Los recortes presupuestarios han obligado al Sergas a programar para el próximo año un 15% menos de operaciones de corazón en el sur de Galicia. Las intervenciones y pruebas médicas que requieren de un alto nivel tecnológico son encomendadas por la Xunta a Galaria, una empresa de capital íntegramente público que dispone de unidades en el Hospital Meixoeiro de Vigo, en el Complejo Hospitalario de Ourense desde donde atienden a pacientes de las dos provincias aquejados del corazón o enfermos de cáncer.

En su memoria presupuestaria para 2013 esta entidad advierte de que debido a la disminución de un 10% en los fondos que recibe de la Administración autonómica tendrá que reducir su actividad, concretamente en las áreas de cirugía cardíaca y cardiología intervencionista -especialidad que consiste en operar el corazón a través de la introducción de un catéter por una arteria y sin necesidad de abrir el tórax-.

Si el año pasado se habían programado 680 operaciones de cirugía cardíaca y 4.072 de cardiología intervencionista, para 2013 quedarán reducidas a 600, en el primer caso, y 3.435, en el segundo.

Según explica Galaria, la actual situación económica deriva en "la necesidad de ajustar y reducir la actividad respecto al ejercicio anterior". Esta empresa, cuya sede está radicada en Santiago de Compostela, no solo explota infraestructuras sanitarias y ofrece asesoramiento tecnológico al Sergas en el sur de Galicia sino que presta servicios sanitarios en determinadas especialidades que requieren un alto grado de cualificación y nivel tecnológico del que no disponen los hospitales. Así, por ejemplo, ni los complejos hospitalarios de Ourense ni el de Pontevedra tienen especialidad de cirugía cardíaca, de manera que los pacientes que necesiten una operación de corazón son enviados a la unidad del Meixoeiro, que gestiona Galaria.

Sin embargo, la Xunta ha reducido un 10% los fondos a esta empresa pública. "Dado que una gran parte de los costes son fijos (básicamente personal) y, por tanto, invariables, la reducción presupuestaria obliga a una bajada de la actividad que será especialmente significativa en las unidades más directamente ligadas a los altos costes variables: cirugía cardíaca y cardiología intervencionista", según se recoge en el anteproyecto de Presupuestos de Galicia para 2013.

Este recorte afecta precisamente a una de las áreas más sensibles que es la que presenta la segunda demora media más alta de Galicia tras la de cirugía pediátrica, un total de 88 días (según los datos del Sergas de septiembre y sin incluir los datos de Povisa).

Al recorte presupuestario se suma otra dificultad y es que, debido a los últimos avances tecnológicos, las operaciones de cirugía cardíaca son cada vez más caras. "Será una de las unidades en las que mayor impacto tendrán los ajustes presupuestarios, de forma que no se podrá realizar la actividad teóricamente óptima (750 intervenciones)", explica Galaria. Efectivamente, su programación para 2013 será de solo 600 operaciones, tal y como prevén ante los últimos ajustes.

Lo mismo ocurre con cardiología intervencionista, una técnica menos agresiva para los pacientes puesto que no requiere abrir el tórax y permite una recuperación más rápida. La reducción de este tipo de intervenciones hasta las 3.435 será, como reconoce la propia empresa pública, "significativa". La única unidad para realizar este tipo de operaciones en el sur de Galicia está radicada también en el Meixoeiro y depende de Galaria.

Menos radioterapia

Aunque las operaciones de corazón serán las más afectadas por los recortes, también los tratamientos de cáncer y las pruebas diagnósticas que realiza este organismo se verán reducidos en 2013. Los procesos de radioterapia caerán de los 1.800 previstos este año a los 1.756 programados para el próximo ejercicio, las terapias de braquiterapia -usada como un tratamiento eficaz para el cáncer de cervix, próstata, mama y piel- descenderán de 200 a 184 y la radiocirugía disminuirá un 20%.

En cuanto a las resonancias magnéticas, Galaria advierte de que las limitaciones económicas le obligarán "a suprimir una parte de la actividad que desarrolla durante el fin de semana", si bien avanza que la puesta en funcionamiento el próximo año de una unidad móvil para realizar este tipo de pruebas en el Hospital de Ourense "podría compensar parte del descenso presupuestario".

La falta de dinero no es el único problema que señala Galaria en su memoria presupuestaria. El "elevado nivel de obsolescencia" de algunos equipos también constituyen un handicap que influye incluso sobre las posibilidades de curación de los pacientes. Su renovación, según explica, se está demorando a la espera de que la Consellería de Sanidade saque a concurso la suministración de alta tecnología para los próximos años.

En concreto, cita dos aceleradores que usa el Hospital Meixoeiro para el tratamiento de cáncer que datan de 1996. "Es urgente la puesta en marcha de un nuevo acelerador que aún se encuentra pendiente de compra. Este nuevo acelerador permitiría proporcionar al paciente unas mejores perspectivas de curación al tiempo que se reducirían los efectos secundarios", insta la empresa pública dependiente del Sergas. Lo mismo ocurre en este hospital con un tomógrafo monocorte, que tiene ya 16 años. Galaria urge su renovación para "mejorar la precisión en el tratamiento".

Y en el Xeral Cíes uno de los equipos de diagnóstico para detectar tumores y patologías neurológicas está pendiente de compra desde 2010 y, según refleja el anteproyecto de presupuestos de Galicia, aún no se ha comprado.

Además de la obligada reducción de actividad forzada por los recortes presupuestarios, la Consellería de Sanidade continuará durante 2013 con las medidas de austeridad y reducción de gastos en el Sergas.

Entre los objetivos que se marca para el próximo año el departamento de Sanidad de la Xunta de Galicia está la reducción de pruebas diagnósticas "innecesarias que no aportan valor añadido al proceso diagnóstico y terapéutico del paciente". La otra línea de actuación irá dirigida a reducir la estancia media de hospitalización, que en Galicia es la más alta de España, mediante un aumento de intervenciones quirúrgicas en ambulatorios, cuando se trate de operaciones de cirugía menor.