La Xunta de Galicia seguirá subvencionando a la compañía de bajo coste Ryanair en Lavacolla hasta 2013. Pese a que el Ejecutivo gallego todavía no desveló qué rutas promocionará en Vigo y A Coruña el próximo año –decisión que aplaza hasta que se aprueben los Presupuestos autonómicos– sí garantiza ya que la low cost irlandesa seguirá operando en Santiago de Compostela con fondos públicos al menos otros dos años. "Por condición ineludible de Ryanair el acuerdo que se tomó en 2011 se firmó por un periodo de tres años", asegura un portavoz oficial de la Consellería de Infraestructuras.

Pese a admitir la existencia de un "contrato" que obliga a la Xunta a seguir subvencionando a la aerolínea en Santiago al menos hasta 2013, ni desde el departamento de Agustín Hernández, ni tampoco desde la Consellería ni la secretaría xeral de Turismo, dirigidas por Roberto Varela y Carmen Pardo respectivamente, aclararon, a preguntas de este periódico, qué cantidad recibirá Ryanair en 2012 y 2013. "Aunque el contrato sí está firmado por tres años, la inversión no está todavía cerrada. Al igual que para Peinador y Alvedro, se fijará una vez que se cierren los Presupuestos", aseguran las mismas fuentes.

Si bien, y aunque desde el Ejecutivo gallego afirman que la subvención que recibirá Ryanair en 2012 y 2013 todavía no está fijada, lo cierto es que la aerolínea está ya vendiendo billetes para el próximo año en las tres rutas internacionales que financia la Xunta en Lavacolla: Londres, Milán y Fráncfort. A través de su página web se pueden adquirir ya billetes hasta marzo de 2012 para volar a la capital británica; y hasta octubre, en el caso de las ciudades italiana y alemana.

De los 882.000 euros que la Xunta desembolsó este año para promocionar vuelos en la terminal santiaguesa, más de 500.000 fueron para estos tres destinos de Ryanair. Esta cifra podría repetirse en 2012 y 2013, ya que, según las citadas fuentes, el convenio de la Xunta con la aerolínea irlandesa no contempla nuevos destinos. "Es para los mismos vuelos que se pactaron este año", explican desde Infraestructuras.

Este acuerdo con Ryanair en Lavacolla contrasta con el tomado para Vigo. Aunque la terminal viguesa fue en 2011 la que más subvención recibió de la Xunta (1,2 millones de euros) los dos únicos vuelos contratados (Bruselas y Sevilla) fueron solo durante la temporada estival y que finaliza a finales de este mes. Para el mismo periodo pagó los vuelos a Ámsterdam y Valencia en A Coruña.

Este nuevo contrato por tres años que firmó la Xunta con Ryanair –el primero fue rubricado por el Gobierno de Manuel Fraga en 2004, entró en vigor en 2005 y el bipartito PSOE-BNG le dio continuidad– provocará que la low cost cumpla al menos nueve años consecutivos recibiendo fondos autonómicos en Galicia.

Las rutas a Londres y Frankfurt empezaron a operarse en 2005, por lo que en 2013 cumplirán nueve años consecutivos recibiendo ayudas de la Xunta. La de Milán, lo hará por tercero. Si bien, la aerolínea sustituyó el año pasado esta ruta por la de Roma que, al igual que las otras dos, la aerolínea comenzó a operar en Santiago en 2005.

Más de 5 millones

Hasta 2011 Ryanair se embolsó ya más de cinco millones de euros de la Xunta de Galicia. Entre 2005 y 2008 –tiempo en el que estuvo vigente el primer convenio– el Ejecutivo gallego le pagó 3,7 millones. En 2009, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo abonó otros 450.000. Si bien, y según justifican desde la consellería de Infraestructuras, esta cantidad "fue para condonar deudas de los Concellos". Bajo este argumento abonó también 325.000 euros en Vigo; y 300.000 en A Coruña.

En 2010 la Xunta destinó 1,8 millones a Lavacolla; 1,2 a Peinador; y 1,3 a Alvedro. De la inversión de Santiago, en torno a medio millón de euros fue para garantizar que Ryanair mantuviera sus tres rutas internacionales. De hecho, la aerolínea echó un pulso a la Xunta a finales de ese año retirando estas tres rutas durante los primeros meses de 2011 y hasta que el Ejecutivo gallego le garantizó una nueva subvención. La low cost no solo logró su objetivo, sino que consiguió que la Xunta se comprometiera a seguir pagándole al menos hasta 2013.