Una hora y media de debate para buscar alternativas al derribo de los apartoteles de Samil. Casi un centenar de propietarios se reunieron ayer en el local social del inmueble para decidir de forma conjunta la estrategia con la que evitar que la Concejalía de Urbanismo dé cumplimiento a la orden del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que conmina a la administración local a demoler los edificios. Los acuerdos no se harán públicos hasta hoy a mediodía, aunque sí trascendió al término del encuentro que los afectados convocarán manifestaciones para forzar un cambio de postura en el Concello. El alcalde, Abel Caballero, valoró ayer de nuevo la situación y reiteró su "firme decisión de cumplir la legalidad y los dictados de los tribunales".

Los dueños de los 180 apartamentos presentaron ya un recurso de súplica ante el Tribunal Superior y mientras se resuelve el proceso buscan soluciones adicionales al derribo previsto para febrero. El ambiente en Samil es tenso y así se dejó sentir ayer en la reunión. Los más preocupados son los propietarios que tienen una única residencia en el edificio amenazado de derribo y hay desacuerdo sobre la contundencia de las medidas a adoptar y sobre la información que trasciende al exterior. Los dueños de los apartamentos formalizaron ayer un pacto de silencio y el presidente de la asociación de vecinos, Juan Ignacio Lapedriza, anunció a las diez de la noche que hasta hoy y a través de un comunicado no desvelarán su estrategia a corto plazo.

El punto sobre el que sí parece haber acuerdo es la necesidad de visibilizar su problema a través demovilizaciones e informar mejor a la opinión pública de la situación del edificio. Muchos siguen apostando por dotarlo de los servicios de un apartotel para legalizarlo, mientras otros propietarios culpan directamente al Concello. Hay vecinos que incluso pensaban que el problema estaba casi resuelto y se tramitaba una nueva licencia.