Competencia desleal y potencialmente peligrosa para la seguridad pública. El presidente de la Federación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Galicia (Fesdiga), Samuel Pousada, estima que se celebrarán más de 200 fiestas ilegales en Vigo a lo largo de estas navidades, concentradas en las noches propias de fiesta: Nochebuena, Fin de Año y Reyes.

Desde la federación las persiguen a través de foros en internet, puntos de venta de entradas, carteles en la calle. Contratan también detectives para obtener pruebas de su existencia y poder denunciar cualquier posible celebración ilegal con tiempo y poder así pararla.

Los empresarios prevén una disminución en el número de celebraciones con respecto a años anteriores debido al bache económico derivado de la crisis y al miedo a las multas. Sin embargo, se trata de un fenómeno todavía lejos de desaparecer.

"Detener todas es imposible, pero tenemos que centrarnos, sobre todo, en aquellas que se celebran en lugares destinados a otros usos, mal acondicionados y sin medidas de seguridad", declaró ayer Pousada.

Avisa también que los horarios deben ser respetados. A menos que la Xunta establezca una modificación especial para las fiestas, las discotecas tendrían que echar el candado a las seis de la mañana, y esto "atañe a todas, incluidas las que ilegalmente se constituyen como afters".

En un año "delicado", cualquier tipo de competencia desleal podría afectar seriamente al sector; es por ello que piden al Concello que extreme las medidas para detectarlas y abortarlas. Muchas de las discotecas de la ciudad optarán este año por prescindir de parafernalias especiales y mantener el local en las condiciones del resto del año, para abaratar gastos. Esto, consecuentemente, se traducirá en entradas con precios más bajos. Esperan así que esta reducción provoque que compense económicamente comprar entradas para fiestas sin licencia, y, sobre, todo organizarlas. Si no, cualquier alteración de los usos habituales obliga a la obtención de un permiso municipal.

El Concello, por ahora, no ha recibido ninguna solicitud para tramitarlas. Pousada explica que cualquier entidad privada que venda entradas a no socios también incurre en delito si no goza del permiso especial.

No se trata únicamente de un problema local. En toda Galicia podrían llegar a organizarse un total de más de 1.500 eventos clandestinos.