El tamaño del nuevo hospital de Vigo tal y como había pensado el antrior bipartito "es exagerado"; es necesaria una remodelación del proyecto porque está sobredimensionado y hacer nuevos estudios de frecuentación y población. Esas son las tesis que presentó el gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Francisco Soriano, ante unos cincuenta jefes de servicio del área sanitaria que se reunieron esta semana. Así lo aseguran participantes en esta reunión, que finalizó con un debate a propósito de que el hospital Povisa siga manteniendo el mismo concierto sanitario; otra de las noticias que dio Soriano. El encuentro duró casi dos horas.

De ahí que algunos médicos asistentes al encuentro hayan interpretado el mensaje como un pronóstico de que habrá reducción de camas. "Todo hace pensar y todos lo vimos así, que se van a reducir camas", afirmó un jefe de Servicio del Xeral. El Sergas reconoce el encuentro pero detalla que no se conocerá el número de camas hasta que lo desvele la Consellería de Sanidade.

En la cita, en la que el gerente presentó también a su nuevo equipo directivo, adelantó a los facultativos el cambio del plan funcional pactado anteriormente. Allanó el terreno al nuevo plan funcional que la Consellería de Sanidade insiste que presentará en unas semanas, luego de que la conselleira reconociese la entrada de capital privado en la financiación.

Ni el gerente ni el Sergas quisieron precisar el número de camas que tendrá el nuevo hospital. "Vigo tendrá la asistencia que sea precisa para atender a su población sanitaria. Todavía se está definiendo el plan funcional y el número de camas", aseguraron.

Otro de los puntos más contestados, según los facultativos, fue el concierto con Povisa, que será el "único hospital de España" que mantenga un "concierto singular", fijando una población de referencia –según el Sergas– de 90.000 personas. No se cumpliría, por tanto, una de las tres premisas básicas que había planteado la anterior administración, que es la entrada única de urgencias en el nuevo hospital, ya que Povisa mantendría las suyas propias.

Por su parte, el gerente no ha querido valorar el encuentro. La consellería explica que el plan en el que se basará el nuevo edificio estará listo en breve, para licitarlo antes de fin de año.

La reunión que comenzó a las 14.00 horas, se extendió hasta casi entradas las 16.00 horas y tuvo momentos de debate y "crispación", según algunos asistentes. Una de las primeras plataformas en dar la voz de alarma fue la Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública que mostró su rechazo al actual cambio y dijo que se reducirían a 900 las camas. Se oponen a un nuevo plan funcional porque el anterior había sido consensuado en 2006 y porque un recorte de camas supondría pérdida de carácter estratégico del nuevo hospital.

"El nuevo hospital pretendía acabar con el déficit de camas que padece esta área sanitaria desde hace años y crear unha sola puerta de entrada de urgencias, incorporar servicios de referencia actualmente en manos privadas –entre ellos un centro avanzado en el tratamiento de cáncer o dotar al área de tecnologías avanzadas", alegan el colectivo que conforman sindicatos y asociaciones vecinales de Vigo y O Morrazo.