Al igual que a las personas, a los edificios la edad también les pasa factura. Pese a todo, los propietarios de cerca de 400 inmuebles con más de 70 años de antigüedad han sido expedientados por la Gerencia de Urbanismo por no haber presentado el informe de la Inspección Técnica de Edificaciones (ITE) correspondiente al año 2007. Desde 2006, el Concello obliga a los dueños de estructuras que superan el medio siglo de antigüedad a someterlos a una revisión exhaustiva para detectar posibles deficiencias en su estructura y, en este caso, poder subsanarlas.

El gobierno local, desde que les notifica, concede tres meses a los propietarios para contratar a un arquitecto o a un aparejador que realice la inspección. Desde el Colegio de Arquitectos señalan que “Urbanismo ha sido más que flexible con los plazos”. Tanto es así que las personas a las que se les ha iniciado un expediente sancionador debían haber realizado la ITE hace dos años.

Por eludir esta obligatoriedad, se enfrentan a multas que oscilan entre los 300 y los 6.000 euros. No obstante, disponen de un plazo de dos semanas para presentar las oportunas alegaciones, documentación o información adicional para evitar la sanción. Éstos son los primeros expedientes abiertos en esta materia. El Concello también ha notificado a través del Boletín Oficial de la Provincia a otros 400 vigueses, pero en este caso para que presenten la ITE de sus propiedades. Todavía tienen noventa días para ello.

“Hasta que no hay multas la gente no se conciencia de que es totalmente necesario revisar las estructuras antiguas. Es igual que una ITV para los coches. Los ciudadanos tienen que entender que no es responsabilidad del Concello realizar la inspección, sino de los propietarios, al igual que sucede en los vehículos cuando superan una cierta edad”, explica el tesorero del Colegio, Andrés Touceda.

Estudio riguroso

La Lei do Solo obliga a los ayuntamientos a poner en marcha una ordenanza que regule las revisiones de las edificaciones de más de 50 años. “Es importantísimo realizar un estudio en condiciones y muy serio, porque es una manera de ahorrarse problemas a la larga”, señala Touceda. Las inspecciones pueden contratarse desde 350 euros, una cantidad que varía en función de la complejidad y tamaño del edificio, y si se detectan deficiencias o no. Las más comunes son, en el caso de las construcciones de madera, las humedades.

En relación a los desprendimientos de fachadas, casi al orden del día en la ciudad de Vigo, acostumbran a producirse en inmuebles con aplacados de azulejo, piedra o cerámica y en hormigones deteriorados, según este arquitecto especialista en ITEs. “Estos controles a fondo pueden evitar problemas como éste y son muy rentables a largo plazo”, añade.

El Colegio Oficial de Arquitectos destaca la labor realizada por la Gerencia de Urbanismo en relación al control de las inspecciones, ya que cada año el porcentaje de propietarios obligados a elaborar los informe de ITEs se va reduciendo. En el caso del año 2007, tenían que haberse sometido a revisión 3.000 edificios, de los que 13% todavía están sin examinar. En 2008 el censo de inmuebles antiguos era el mismo, en 2006 de 3.700, este año de 5.000 y en 2010 la cifra alcanza los 8.000, según previsiones del Colegio de Arquitectos.