Caros y difíciles de planificar. Los transportes especiales ponen a prueba a los efectivos de seguridad y suponen un importante desembolso para los empresarios, que reclaman al Concello mayor flexibilidad en las autorizaciones y la posibilidad de realizar más de cuatro portes diarios para garantizar el crecimiento de la industria viguesa. En lo que va de año, el traslado de grandes piezas hasta o desde el Puerto de Vigo se ha incrementado un 40 por ciento y con ello se han multiplicado los ingresos a las arcas municipales.

Astilleros y sector logístico habían solicitado hasta el 8 de abril un total de 154 permisos para realizar transportes especiales por Vigo, frente a los 290 registrados durante todo el pasado año. La notable subida es un buen síntoma de la actividad del Puerto y de forma paralela ha disparado la recaudación de la Concejalía de Seguridad y Tráfico, que lleva ingresados desde enero 50.000 euros por los permisos para trasladar mercancías de gran tamaño por el casco urbano. De mantenerse el volumen de actividad, cerrará el año con 180.000 euros ingresados en concepto de tasas a los transportistas, frente a los 90.000 recaudados en todo 2008.

Aumentar los trayectos como reclaman astilleros y sector logístico implicaría un esfuerzo adicional por parte de la Policía Local, pero saldría económicamente rentable para el Concello, que por cada autorización cobra una tasa que oscila entre los 280 y los 350 euros, “unas cuatro veces por encima de las ciudades del País Vasco, que se mueven entre los 50 y un máximo de 75 euros”. La crítica llega desde las empresas de transportes que trabajan con el Puerto vigués y que además de abonar la cuota municipal por el acompañamiento de la Policía en el casco urbano tienen que desembolsar 60 euros en la Dirección General de Tráfico por viajar con una patrulla de la Guardia Civil desde Porriño hasta la Avenida de Madrid, donde esperan a que se haga de noche para poder entrar en la ciudad.

De esta forma, a los empresarios les cuesta cada trayecto una media de casi 400 euros sólo en permisos, sin contar la tarifa de los transportistas, que tardan una hora y media en cruzar desde la Avenida de Madrid a Beiramar o Bouzas, pasando por Plaza de España y la calle Coruña.

La treintena de miembros de Logidigal y su presidente, Juan Martínez, aseguran que “las restricciones llegan a paralizar los astilleros durante los tres días que no reciben componentes por vía terrestre”, mientras que el concejal de Tráfico les pide “una mejor planificación”, ya que “hay días desaprovechados con menos de cuatro solicitudes”. En concreto, de los 61 días hábiles hasta ahora en 2009 para los transportes especiales, sólo en 18 se utilizaron o sobrepasaron los 4 viajes autorizados como máximo por el Concello.