Polémico, festivo, transgresor y agresivo._El rojo en la moda es ese color de extremos:_o acierta o se hunde. Un ligero despiste y el súmmum del erotismo puede convertirse en la chabacanería más escandalosa, pero este año vuelve para quedarse en una tradición que ya se ha hecho un hueco importante en los hábitos de consumo de los vigueses._Estrenar cualquier anodina prenda de ropa el 1 de enero para cumplir con la costumbre ya no basta. Ahora dar la bienvenida al nuevo año con ropa interior roja es más trendy que nunca y la crisis parece no afectar, sino todo lo contrario. Ante la reducción del presupuesto para los regalos navideños, son muchos los que se apuntan a agasajar a la familia y a los amigos con braguitas y tangas del color del amor. Es la forma barata de desear prosperidad en los temas del corazón, gastar una broma o, simplemente, alegrar la pestaña.

"Este año hemos vendido mucho más que otros", declara Desi, de L&B Íntimo. La palma se la llevan los calzoncillos. "Boxers", matiza su compañera Patri. Y_es que las chicas compran calzoncillos para sus novios pero se cortan más a la hora de llevarles un tanga: "Es demasiada pasta para hacer la coña porque saben que después ellos no se lo ponen". El slip también se ha quedado relegado al pasado, no por comodidad (dicen que sujeta mejor), sino por motivos estéticos. _

El perfil del comprador también se alarga. Todavía quedan ciertas reminiscencias de aquellos años en los que el rojo en la intimidad se relacionaba con la vida alegre, y para algunas personas presenta ecos de pecaminosa seducción. "¡Ay, no, tienen que ser blancos o de color carne. El rojo es muy provocativo; demasiado moderno", replica más de una simpática abuelita, mientras se ruboriza. Sin embargo, esta visión va cambiando. Desi relata que cada vez son más las señoras mayores que compran braguitas rojas con mensajes graciosos para sus nietas.

Los números también avalan la llegada del rojo. Pilar, de Caramella, afirma que el aumento de las ventas en estas fechas es "espectacular y puede llegar al 70 por ciento". Los días estrella son Nochebuena y el propio Fin de Año, cuando la demanda "se dispara", confirmando que no se trata de una práctica residual. Isa González, Miss Pontevedra, se apunta a ella, y reconoce "regalar lencería todos los años".

Vamos, que no hay excusas. Aún queda tiempo. No se queden anticuados, rompan los prejuicios y súbanse al rojo, que pega fuerte.