Primer paso para despejar O Berbés, Joaquín Loriga y la Praza de Portugal las madrugadas de los fines de semana. El bipartito aprobó ayer la ordenanza que prohibirá hacer botellón en las zonas declaradas como protegidas, y los dos socios de gobierno apuntaron ya de forma directa a esos tres puntos de reunión al considerarlos "incompatibles con el descanso vecinal". La norma no se aplicará aún, ya que debe pasar por el pleno, exponerse al público y ser ratificada posteriormente por la Corporación. Entraría en vigor, si no hay retrasos, en marzo.

La prohibición en O Berbés se prolongará a la cercana calle de Teófilo Llorente, donde también existe botellón. El regidor, Abel Caballero, manifestó que la norma "permitirá conciliar el ocio nocturno con el descanso de los vecinos", y comentó que responde "a un trabajo conjunto del gobierno municipal". Aunque se empezará por las zonas donde más problemas causan las fiestas nocturnas en la calles, Caballero apuntó que "se hará un seguimiento del fenómeno, con lo que será posible que se dictaminen nuevos espacios como zonas de protección".

Demanda ciudadana

El teniente de alcalde, Santiago Domínguez, resaltó que "por fin Vigo va a tener una ordenanza que recoge punto por punto lo que la ciudad venía demandando: la prohibición del botellón en las zonas donde no es compatible con el derecho al descanso vecinal". Domínguez apuntó como positivo que el texto recoja también el fomento de medidas de prevención del consumo de alcohol y campañas de concienciación ciudadana. "Llevaremos adelante iniciativas con la coordinación de las concejalías implicadas como Medio Ambiente, Seguridade y Xuventude", expuso.

La ordenanza no ha sufrido cambios respecto a lo previsto. Participar en botellones en las zonas que reciban la calificación de protegidas conllevará multas de hasta 750 euros, mientras que realizar actividades incívicas muy graves, como actos de vandalismo, puede suponer sanciones de entre 1.500 y 3.000. Orinar en la calle o timbrar de forma indiscriminada en los edificios también está penalizado.

El punto central del botellón en Vigo, la Praza da Estrela, es un caso a estudiar sin futuro claro, ya que la zona está rodeada de edificios administrativos. En principio, no entra entre las prioridades del bipartito. "Los lugares principales son aquellos donde hay vecinos en el entorno, pero se hará un seguimiento", puntualizó el teniente de alcalde, al igual que Caballero. El líder nacionalista y los concejales de Seguridade y Xuventude celebraron una reunión por la mañana y a continuación se aprobó la ordenanza en una junta extraordinaria de gobierno.