Los hoteles de la ciudad se han visto obligados a bajar los precios de alojamiento por primera vez, y lo han hecho hasta un 20% en relación al año pasado para ganar más clientes. Pese al esfuerzo económico de los complejos vigueses, el resultado no ha sido el esperado. "A nivel nacional los ingresos todavía se mantienen, pero en Galicia se han reducido en un 7% en lo que llevamos de año", explica el representante de los hoteleros de Pontevedra, José Manuel Barbosa.

La estancia de los turistas que pasan sus vacaciones de verano en la ciudad se ha acortado hasta el 1,86 días, cuando antes se llegaba a los 2 días. "El alojamiento en Vigo no supera los 3 días normalmente. La gente de fuera viene a hacer un tour por Galicia, visitando dos o tres días cada ciudad", comenta el presidente de la Asociación de Hoteleros de Vigo, Santiago Villanueva, quien informa que Vigo "es un destino de última hora" y reconoce tener alguna esperanza para el mes de agosto, aunque al mismo tiempo cree que será "demoledor". "Confiamos en que la situación cambie, tenemos una semana por delante", decía.

Perfil del turista

El tipo de turista que se hospeda en los hoteles de Vigo sigue siendo el mismo, aunque con alguna variación. Se trata de personas de entre 35 y 55 años que viajan en pareja. A pesar de que las familias también son un peso fuerte en la economía del sector, los hoteleros han percibido una menor presencia de las mismas. "Como son más numerosas, optan por los apartamentos", dice Villanueva.