El Real Club Náutico de Vigo liquidó ayer "una histórica deuda hipotecaria" con el pago de 1,1 millones de euros a Caixanova. La entidad arrastraba ese cuantioso débito desde hace cerca de veinte años -a raíz de la compra de la finca A Barcalleira (conocida también por Los Abetos), en Nigrán, y la construcción del puerto deportivo-, y que suponía el desembolso anual de más de 200.000 euros. Con esta operación, la directiva presidida por Franco Cobas considera concluido "con éxito" el también polémico proceso de modernización iniciado al principio de su mandato.

El club ha podido zanjar esa deuda gracias a los tres millones obtenidos por el proceso de capitalización y el traspaso, rubricado ayer ante notario, de la propiedad de la finca "A Barcalleira" de Nigrán a la Sociedad Anónima creada recientemente por la entidad socio-deportiva. Según fuentes de la entidad, 3.000 socios se hicieron con acciones por valor de 1.000 euros cada una. En la actualidad, el 70% de sus afiliados son también accionistas.

Esa "liquidez desconocida hasta la fecha", además de cancelar dicha deuda, también ha permitido al centenario club abordar un "ambicioso plan de renovación y modernización" de sus instalaciones, tanto en Vigo como en Nigrán. Entre esos servicios nuevos y renovados, citan el gimnasio, un SPA, instalaciones de aerobic, cabinas de masaje (a punto de estrenarse), red de saneamiento del edificio social, parques infantiles, pistas de pádel (que se inaugurarán próximamente) y nuevas secciones deportivas.

La directiva deportiva subraya que el traspaso del recinto de Los Abetos "no cambia para nada la relación de los socios con el Club". Aclaran que éstos podrán seguir disfrutando de las instalaciones de Vigo y Nigrán "tanto los socios accionistas como los no accionistas".

"Somos nosotros mismos quienes compramos Los Abetos, con un usufructo de 20 años. Con esta cláusula, ningún tercero podría hacerse con esta propiedad". Esta aclaración de la directiva se produce tras la denuncia de algunos sectores que acusaban a le acusaban de un supuesto intento de vender a terceros.

"Con esto liberamos algo estructural. Una deuda de años que hasta ahora no se había conseguido, y gracias a las aportaciones de los socios. Y gracias a ellos, se ha conseguido salvar y garantizar el funcionamiento del club", concluyen.