El turista japonés Hiroshi Nohara, que durante 117 días vivió en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, abandonó la terminal aérea tras aceptar la oferta de una mujer de hospedarlo en una vivienda al sur de la capital mexicana, informó hoy el diario Reforma.

Nohara, un ex trabajador de la limpieza de 40 años, había convertido una mesa, en el área de comidas rápidas del aeropuerto de la capital, en su nueva casa, sorprendiendo a la opinión pública local.

Sin embargo, una mujer logró convencerle ayer de que se hospede en su casa, ubicada en el barrio Del Valle, en el sur de la ciudad.

El periódico publica hoy fotografías del japonés dejando la terminal aérea en compañía de una mujer con rasgos orientales, e imágenes de algunos taxistas tomándose fotografías de "despedida" con el otrora inquilino permanente del inmueble.

Con un aspecto descuidado y una abundante barba, el turista dejó el área que le sirvió de vivienda durante casi cuatro meses y a la que llegó cuando decidió salir de su país en busca de su novia, de la cual supuestamente no sabe nada desde hace tiempo y al parecer se encuentra en Brasil.

Su intención era convertir México en su escala y continuar su viaje a Brasil, pero perdió su pasaporte, que le fue repuesto por la embajada de su país para regularizar su documentación.

Las autoridades mexicanas indicaron en su momento que el reglamento del aeropuerto no estipula el tiempo máximo que un turista pueda permanecer en la terminal.

Nohara llegó a México con un visado de turista para 180 días el pasado 2 de septiembre en un vuelo procedente de Los Ángeles (EEUU).