Aunque en las dos últimas semanas analizadas por la Consellería de Sanidade la actividad gripal mantuvo una tendencia "estable", en quince días el número de fallecidos con la enfermedad diagnosticada sumó casi medio centenar de víctimas más. Solo durante la semana que culminó el pasado día 11, hasta donde llegan los datos facilitados por el Sergas, la lista de decesos la engrosaron otras 23 personas, lo que se traduce en un total de 130 fallecimientos desde el inicio de la temporada, en octubre.

Seis vidas más y la cifra de fallecidos alcanzará la misma que la registrada durante toda la temporada pasada, cuando se batió un récord con 136 muertes (notificadas, porque se calcula que la incidencia de la enfermedad es mayor). En todo caso, el récord que se ha batido ya es el de hospitalizaciones. Un total de 2.508 ciudadanos han precisado ser ingresados por complicaciones derivadas de la enfermedad, un 28 por ciento más que todos los que requirieron cama durante la temporada anterior, cuando no llegaron a los dos mil.

Solo en los siete días analizados por el boletín difundido ayer otros 367 pacientes precisaron ingreso en planta, mientras que al cierre de la edición del informe permanecían bajo supervisión en un hospital un total de 364 enfermos. En la mayoría de los casos, dos de cada tres, se trata del virus de la gripe B.

Casi todos los boletines de vigilancia de la enfermedad hacen hincapié en la vacuna antigripal, o más bien en su ausencia. Y es que, como señala el último análisis, el 91% del total de pacientes ingresados durante esta temporada tenían indicada la inyección pero solo la había recibido la mitad. El esquema se repite entre quienes fallecieron. Según el Sergas, los 130 fallecidos tenían, bien por edad o bien por contar con factores de riesgo, indicada la inmunización, pero 57 de ellos no estaban vacunados.

El departamento que dirige Jesús Vázquez Almuíña, sin embargo, logró este año convencer a más gallegos en los grupos de riesgo de protegerse. Así, según el balance todavía provisional, el porcentaje de mayores vacunados (65 o más años) subió dos puntos, hasta casi el 58 por ciento, mientras que también el personal sanitario elevó su participación hasta casi un 39%. Las cifras pueden elevarse, dado que durante el mes de enero, el Sergas permitió que se pusiesen inyecciones a los rezagados, a una media de 250 diarias al menos hasta mediados del mes.

El Sergas mantiene la calificación de la intensidad de la enfermedad como "baja", lo que significa que las llamadas recibidas en el 061 que tienen que ver con la gripe o con infecciones respiratorias agudas sobrepasan el umbral mínimo, pero se mueven entre 166 y 314 llamadas por semana. La tendencia, señalan desde Sanidade, es "estable" con respecto a la semana anterior. En cuanto a la vigilancia basada en los registros informatizados de atención primaria, el Sergas da cuenta de un "discreto descenso" respecto a los siete días previos.

Los ingresos por la gripe y otras patologías respiratorias provocaron la "saturación" en urgencias a principios de enero. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reducía el pasado día 24 a "problemas puntuales" la saturación que hubo en los servicios de urgencias de los hospitales durante la ola de gripe de este invierno e indicó que la situación no es exclusiva de Galicia ni de España. Además, ante las protestas de sindicatos y la oposición, defendió su gestión al señalar que en solo 23 días el Sergas reforzó su plantilla con 3.141 contratos y se ampliaron en 415 las camas.