El director xeral de Planificación e Orzamentos, Miguel Corgos, acudió ayer al Parlamento para esbozar algunas de las propuestas de la Xunta ante el nuevo modelo de financiación autonómica, cuyo debate es previsible que se abra oficialmente en un plazo corto, si bien los trabajos previos ya llevan más de un año activos. La Xunta solicitó el respaldo de PSOE, En Marea y BNG para reforzar la posición de la comunidad cuando se abra la negociación, pero de momento no ha obtenido respuesta, porque la oposición esperaba más de la comparecencia del alto cargo y le exigió que presentara las "cifras" del modelo que defenderá el Gobierno autonómico así como los resultados previstos para Galicia en el nuevo escenario de financiación.

Miguel Corgos consideró esta demanda "infantil hasta cierto punto", convencido de que desvelar las cifras perjudicaría la capacidad negociadora de la comunidad. Pero para el portavoz de En Marea en la comisión parlamentaria de Economía, José Manuel Lago, "un debate económico sin cifras es literatura". "Todos estamos de acuerdo en la suficiencia y en la equidad, pero faltan las cifras", remarcó Lago, mientras que, al margen de la ausencia de cifras, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, criticó la "estrategia" de Feijóo de asumir "sin protestas" todas las "restricciones financieras impuestas" por el Gobierno central, lo que "debilita su posición en la negociación del nuevo modelo de financiación".

"Conviértanse en un problema en el marco de la ley para que nos tomen en serio", retó, al tiempo que, en un escenario marcado por el conflicto catalán que podría dilatar el proceso, urgió a Feijóo a "hacer todo lo posible" para que se revise el sistema en 2018.

Por su parte, la diputada del BNG Noa Presas instó a la Xunta "a ir ya por la negociación bilateral", dado que, a su juicio, es necesario que Galicia disponga de "línea directa con Madrid" y el Ejecutivo central tenga "clara" su posición. "Espero que fuera eso lo que fue a hacer Feijóo a Madrid porque es la vía, aunque entendemos que viene como fue", reflexionó.

Corgos recordó que, aunque la Xunta suscribió en su día "por responsabilidad" el actual modelo de financiación (de 2009), este "ni es satisfactorio ni cumplió sus objetivos". De hecho, reiteró que "siempre" expresó su "disconformidad" con algunos de sus elementos centrales, como por ejemplo, la introducción del concepto de "nivelación parcial", manteniendo así el desequilibrio territorial en la prestación de servicios al margen de la sanidad, la educación y la atención social.

Con la base del "equilibrio vertical", de forma que se garanticen los recursos para ejercer todas las competencias atribuidas a cada comunidad, Corgos enfatizó la oposición frontal de la Xunta a que se beneficie a comunidades incumplidoras en cuestiones como la deuda y ratificó que su aspiración a alcanzar "una igualación plena" entre las necesidades de los ciudadanos de cada comunidad y los recursos asignados a cada una.

"Los ciudadanos tienen derechos idénticos con independencia de su lugar de residencia, por lo que el modelo en su conjunto debe garantizar la cobertura del total de servicios públicos a financiar", proclamó, antes de detallar las propuestas que defiende Galicia respecto de las variables moduladoras de la población indicativas de las necesidades de gasto.

Así, Corgos insistió en la importancia de incorporar nuevos tramos de edad en el gasto sanitario. En el ámbito educativo, apeló a que incluya un "criterio homogéneo" para seleccionar el indicador de gasto como podría ser la población total en educación obligatoria y la matriculada en los centros públicos para no obligatoria.

Además, reclamó la vuelta a la autonomía financiera plena de las comunidades y la supresión de los mecanismos de ayudas del Estado como el FLA.