Los titulados en las universidades gallegas leen de media unas 210 tesis doctorales. Coincidiendo con el periodo de crisis aumentó más del 40% la cifra de lecturas de trabajos especializados en las aulas de los campus gallegos. Si bien el incremento ya se percibe tímidamente desde 2008 en el conjunto del sistema universitario español, la subida es más perceptible a partir de 2011.
La mayor actividad se registra en la Universidad de Santiago, con una media de 317 tesis leídas al año, teniendo en cuenta la excepción del curso 2015-2016, en la que se disparó el número de lecturas debido a los programas en extinción. Era el último año para muchos de los aspirantes a doctores tras los cambios introducidos por la normativa, que limitan a un lustro el desarrollo de los trabajos.
El ritmo de lectura de los últimos años en la Universidad de Vigo fue de 163 tesis por año y en la Universidad de A Coruña, de 148. Por ejemplo, en la Universidad de Vigo se leyeron 155 tesis en 2010/2011 y en 2014/2015 un total de 165, alcanzando un máximo en 2015/2016, con 367. En la Universidad de Santiago, en 2012/2013 se registraron 287 lecturas de tesis, un número muy elevado teniendo en cuenta la serie. La cifra sería muy superior en el año 2015-2016, con más de 500 trabajos especializados leídos con éxito ante un tribunal. Una tendencia similar se observa en la Universidad de A Coruña, con 116 tesis leídas en 2011 y más de 270 en el curso estrella: 2015/2016.
Si se realiza un cómputo de tesis leídas en cada una de las universidades en los últimos años los datos son llamativos.
En la Universidad de Santiago se superan los 1.500 trabajos especializados leídos desde el curso 2012-2013. En los campus de la Universidad de Vigo el cómputo de los últimos años se acerca a las 1.200 tesis, desde el curso académico 2010/2011. En la institución académica coruñesa, con datos desde 2011/2012 hasta 2015/2016 se superan las 700.
Al terminar la carrera son muchos los titulados que deciden realizar la tesis doctoral, con el objetivo de convertirse en doctor para acceder a la enseñanza universitaria y a la investigación. Otro perfil de doctor son los trabajadores que, con años de experiencia laboral, deciden realizar una tesis para avanzar en formación y mejorar su currículo. Esta tendencia formativa se vincula al aprendizaje a lo largo de la vida.
