Aunque la temporada de gripe está lejos por ahora de alcanzar en Galicia las cotas de años anteriores en lo que a fallecimientos se refiere, dado que solo se ha notificado la muerte de una mujer en las tres primeras semanas de vigilancia de la enfermedad, el número de ciudadanos que han precisado ser hospitalizados por complicaciones de la dolencia asciende ya a 33. Así consta en el último boletín divulgado, hoy mismo, por la Consellería de Sanidade y con datos a 26 y 29 de noviembre.

En el informe se destaca además que 23 de los pacientes tenía recomendada la vacuna antigripal, pero tres de cada cuatro no la habían recibido y además, en tres de los casos, precisaron asistencia en la unidad de cuidados intensivos. A estas alturas (el 29 de noviembre) permanecían ingresados una docena de pacientes y uno de ellos en la unidad de vigilancia.

Con todo, el registro de actividad de la gripe sigue sin sobrepasar los estándares mínimos. La intensidad, según el boletín, es basal, lo que indica que las llamadas que se realizan al 061 por gripe e infecciones respiratorias agudas no sobrepasan las 161 por semana. Además, la tendencia es estable, es decir, no se registran cambios significativos con respecto a la anterior semana analizada. En ese diagnóstico de situación que realiza el Sergas también consta que la difusión es esporádica, lo que implica que todavía hablamos de casos aislados o de algún brote muy concentrado. En atención primaria sí se empiezan a constatar más casos que en la semana anterior, pero aún así se mantiene en el nivel de intensidad basal, señala Sanidade.

Según el informe, la mayoría de las hospitalizaciones registradas en la comunidad desde el inicio de temporada tenían confirmado el virus de la gripe B (55 por ciento).

Evolución de la vacunación

En lo que respecta a las vacunaciones, los últimos datos hechos públicos por el departamento que dirige Jesús Vázquez Almuíña revelan que avanzan a buen ritmo. A estas alturas ya se han inmunizado diez mil mayores más que el año pasado. Este colectivo, uno de los grupos de riesgo, es uno de los que más incide la Xunta. Por eso este año retoma la campaña para llamar a su domicilio e intentar convencer a los que no hayan acudido a ponerse la inyección. El año pasado consiguió persuadir al 11 por ciento de los mayores con los que contactó. Aun así, el porcentaje de vacunados no llega al mínimo de cobertura establecida como deseable, que se fija en el 65 por ciento. En lo que va de campaña, 331.000 pensionistas han hecho caso a las recomendaciones del Sergas y se han vacunado, lo que supone en torno a la mitad del colectivo, a cuatro puntos de la cifra alcanzada el año pasado tras finalizar la campaña.