El gasto interno en investigación y desarrollo (I+D) ascendió en Galicia durante el año pasado a 503,9 millones de euros, lo que supuso un incremento del 1,5 por ciento con respecto a la inversión realizada durante el ejercicio anterior (496 millones). Aunque el aumento duplica al registrado en el ámbito estatal, donde se limitó al 0,7%, la comunidad gallega se encuentra de octava por la cola si se analiza el porcentaje de gasto en actividades de I+D sobre el PIB, de un 0,87%, lo que implica dos centésimas menos que en 2015 y sitúa a la comunidad a 0,32 puntos del gasto estatal (1,19%). Mientras, la UE anima a sus miembros a invertir en una actividad que considera estratégica para generar crecimiento y empleo un 3% del PIB.
La distancia es todavía mayor si Galicia se compara con Euskadi, que con el 1,89% de inversión sobre su producto interior bruto es la que más incide en la apuesta por la innovación y el desarrollo, y es todavía un 14% inferior (80 millones) al gasto registrado en la comunidad en I+D en 2008, antes de la crisis, cuando, según el INE, se alcanzaba la cifra más elevada de la serie (584 millones de euros). Los 504 millones también están por debajo de las cantidades recogidas en 2009 (524 millones), 2010 (531 millones) y 2011 (526 millones).
Las empresas son las responsables de la mayor parte del gasto. En el caso de Galicia, desembolsaron el 47 por ciento de los 503,9 millones destinados a apostar por los avances tecnológicos en la comunidad, lo que se traduce en 239 millones de euros. Mientras, las Administraciones realizaron el 16% del gasto total, unos 82 millones de euros, aunque las partidas del Ejecutivo también están muy vinculadas al gasto realizado por otro sector, el de la enseñanza superior, donde la cuantía invertida asciende a 181 millones, el 36% del total autonómico. Finalmente, las instituciones privadas sin fines de lucro destinaron 1,6 millones a actividades de innovación en la comunidad.
Crecimiento por sectores
Es este sector el que más multiplicó su gasto el último año: según el INE pasó de los 197.000 euros a 1,6 millones, ocho veces más. También la Administración pública fue un 6,5% más generosa que en 2015 y llegó a los 82 millones. En el caso del sector empresarial, el crecimiento fue mayor, de un 7% (16 millones más, hasta los 239). Por el contrario, se apretó el cinturón la enseñanza superior, que rebajó el gasto desde los 195,9 millones a los 181, un 7,5 por ciento.
Si el gasto se elevó en el último año, el personal destinado a actividades de I+D en jornada completa aumentó un 3,6 por ciento (frente al 2,5% estatal), hasta las 9.367 personas. De ellas, 5.783 (el 61%) están enfocadas a la investigación.
En cuanto al número de empresas manufactureras de alta y media-alta tecnología, el año pasado fueron 98, a las que hay que sumar 184 de servicios de alta tecnología. Entre ambos tipos emplean a 2.463 personas a jornada completa.
