Asturias registró ayer 32 incendios forestales que obligaron al desalojo de tres pequeñas localidades de Cangas del Narcea, así como a suspender por precaución las clases en 23 colegios y a cortar dos carreteras del suroccidente.

Los dos incendios más graves se sitúan en los concejos de Ibias y Degaña, tanto por la dimensión de la superficie afectada, en ambos casos más de 500 hectáreas, como por su cercanía a la Reserva de la Biosfera de Muniellos, considerado como el mayor robledal y mejor conservado de España. Los fuegos, cuyas labores de extinción se vieron dificultadas por el viento, las altas temperaturas y la ausencia de lluvias, obligaron en la noche del domingo a la evacuación de 53 vecinos de tres localidades de Cangas del Narcea: Gillón, Larón y La Viliella.

La mayor parte de Asturias amaneció ayer con el cielo oscurecido debido a que el viento del sur trasladó el humo y la ceniza desde las zonas incendiadas, tanto en el Principado como en Galicia, hacia el centro de la región y la zona costera. La intensa humareda generada por los propios incendios y las condiciones meteorológicas en la zona impidieron el vuelo a lo largo de toda la mañana de ayer de los medios aéreos y dificultó notablemente el trabajo del operativo terrestre en concejos como el de Ibias.

De hecho, el Gobierno asturiano decidió declarar el nivel de prealerta por contaminación atmosférica en Gijón ante la estabilidad meteorológica y los efectos de los incendios.

El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, afirmó que la oleada de incendios no puede achacarse a causas naturales

"Habrá una investigación pormenorizada de los grandes incendios", afirmó el portavoz del Gobierno, tras pedir la colaboración ciudadana para recabar cualquier dato que pueda esclarecer la autoría de estos fuegos y de recordar que provocarlos conlleva penas muy altas.