El próximo curso las aulas concertadas superarán por primera vez las 3.900. En concreto sumarán 21 unidades más que el curso pasado y alcanzarán las 3.913. Los conciertos se prolongarán seis años y además incluyen 58 aulas en cinco centros que segregan por sexos. A las críticas ya manifestadas desde PSdeG o la CIG se sumó ayer En Marea, cuyas diputadas Ánxeles Cuña y Luca Chao lamentan que la Xunta "continúe insistiendo en la línea de atacar la educación pública mientras subvenciona empresas educativas contrarias al espíritu de la coeducación y de la igualdad". Además de considerar "intolerable" que desaparezca como criterio la "coeducación", ven "inadmisible" que los conciertos se prolonguen hasta el curso 2022/23 "pese a tener todos los grupos de la oposición en contra", como explicaba ayer la formación rupturista en una nota.

Educación alega que las unidades concertadas se "ajustan" a las "necesidades educativas". La razón del aumento en el número de unidades hay que buscarla sobre todo en la FP. A diferencia de niveles como infantil, donde la concertada ha visto caer la matrícula casi un 7% desde que llegó el PP al Ejecutivo autonómico -a doble de ritmo que los inscritos en la pública-, los estudiantes que eligen realizar un ciclo en un centro privado financiado con fondos públicos se han incrementado un 38 por ciento en ese período mientras lo hicieron un 28% las aulas sostenidas con fondos públicos en centros privados para esta etapa, que pasaron de las 141 de 2009/10 en grado medio y superior a las 181 del curso que viene.

Educación invierte en conciertos el 11% de su presupuesto (la cuarta que más), pero no es la comunidad donde los padres más apuestan por esta modalidad. Es en primaria, donde un 28% de niños la usan, donde más se recurre a esta opción, pero aun así Galicia sería sexta.