El alcohol y/o las drogas son una combinación nefasta con la conducción. En Galicia, uno de cada tres implicados en un accidente mortal -bien fallecido o herido- dio positivo en alcohol (no solo había bebido sino que la tasa estaba por encima de 0,25 mg/l) o había consumido alguna sustancia estupefaciente. El porcentaje se eleva hasta el 45% si se tiene en cuenta también la ingesta de psicofármacos. Para tratar de reducir los consumos al volante y concienciar sobre los riesgos que acarrea circular con una copa de más o tras haber ingerido alguna sustancia psicotrópica, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico inició ayer una campaña de vigilancia en las carreteras gallegas. La previsión es realizar durante esta semana unas 20.000 pruebas de alcohol y 300 de drogas en la red viaria de la comunidad, lo que supone casi 3.000 conductores controlados cada día -casi 2.900 de alcohol y unas 40 de drogas-.

En la campaña de junio del año pasado, las patrullas de la Guardia Civil interceptaron 253 positivos en alcohol y 59 en drogas. En la presentación del dispositivo de control para esta semana, el director de Tráfico, Gregorio Serrano, advirtió de que el "el binomio alcohol o drogas y conducción son dos acciones incompatibles que en numerosas ocasiones son sinónimo de muerte". De especial atención, serán los "colectivo policonsumidores", según detalló Serrano, que son aquellos conductores que consumen de manera habitual alcohol o drogas. Para este perfil, el Ministerio del Interior ya puso sobre la mesa un nuevo catálogo de sanciones: la retirada de permiso con al menos dos infracciones por alcohol o drogas en un periodo de dos años, que no podrán recuperar hasta que las autoridades sanitarias confirmen que han superado el problema de salud o dependencia que tenían. En el caso de Galicia, hay unos 5.000 conductores identificados como "de riesgo", de los que casi 4.000 son por consumo reiterado de alcohol o sustancias estupefacientes.